Nauzet vuelve ante un rival que también se la juega

Es difícil dilucidar cúal de los dos equipos que se enfrentan esta tarde en Zorrilla se juega más. Los locales no pueden fallar tras el tropezón en Tenerife. Xerez, Cartagena y Alcorcón están demasiado cerca como para ponerles las cosas fáciles. Los de Abel están convencidos que lo del Heliodoro Rodríguez López fue un accidente y saldrán con toda la artilleria a por el partido desde el primer momento con el recuperado Baraja en el mediocentro junto a Nafti, con Nauzet en la derecha tras cumplir su partido de sanción y con Juanito, que ha tenido molestias esta semana, en el centro de la zaga.

No es un partido para que los blanquivioletas se duerman porque por detrás los rivales aprietan. Asusta en Valladolid que, salvo contra el Salamanca, los pucelanos no han sacado buenos resultados ante los equipos de abajo. Sin embargo, los pucelanos han sumado 42 de los 60 puntos que tienen en Zorrilla. Guerra lleva 25 goles y es el auténtico matador, al que se sumará su principal asistente: Nauzet.

No se juega menos el Nàstic. El precipicio de la Segunda B está a tres puntos, posición que ocupa ahora mismo el Salamanca, por lo que todo lo que sea sumar, para los catalanes sería positivo. Tras no conseguir la victoria en los desplazamientos a Elche, Vallecas y Huesca, la plantilla de Oliva se toma este partido como una final y espera transformar su buen juego de visitante en tres puntos más que necesarios para abrir o mantener el hueco respecto al descenso.

Con los cambios obligados de Morán por lesión y Mairata por sanción, Oliva mantendrá el bloque que ganó al Betis el pasado fin de semana, el que presumiblemente será el once tipo hasta final de temporada.

Abel concentró a los suyos

Que es un partido importante para los blanquivioleta no es un misterio. De hecho, en contra de lo habitual, Abel Resino concentró para el encuentro de hoy a los 18 convocados, desde las 20:00 horas, en un céntrico hotel de la capital pucelana. El hecho de que el partido sea a las 16:00 hace que el míster quiera a los jugadores concentrados.