Ahora Betis, ahora

A quí la crónica, o mejor dicho la previa, de un ascenso anunciado que no se va a creer al Betis hasta que ponga sobre el Granada tres puntos más de los que necesitaría en circunstancias normales. Aquellos que los granadinos reclaman por alineación indebida del Barça B siguen en el limbo y ahí permanecerán salvo sorpresa para los restos, pero han convertido el regreso a la élite en una especie de palo con zanahoria para los verdiblancos. Nadie piensa realmente que el Betis no haya subido ya a Primera pero pocos, a ver si encuentran alguno, apostarían su patrimonio a que no hace falta igualar al menos el resultado que logre también hoy el Granada en Alcorcón para asegurarlo. Pesimismo optimista, recibe el nombre, figura psicológica de patrimonio bético.

Esa falta de convicción genética y muchas ganas de cachondeo (más genéticas aún) colocaron la Marcha Verde en el camino del noreste, ése de donde llegan los muebles escandinavos sobre los que colocar Copas y títulos, los coches caros alemanes con los que primar a los jugadores y las viandas de gourmet para ponerse hasta la colcha después de lograr algo grande en esto del fútbol. Pero en el noreste, Tarragona, a este Betis de humildad remozada sólo le esperan el ascenso irremisible, independiente de los Comités y, en espíritu porque no podrá acudir a visitar a su gente, Miki Roqué. Miki fue el primero y más grave de una larga lista de bajas defensivas que ya no quitan el sueño a Mel pero que le tienen en tenguerengue la zaga. Si alguno más se le cae tendrán que jugar Juanma o Momo en los laterales y Iriney o Arzu en el centro. Otra prueba más del milagro sobre el que gravita el, a pesar de todo, gran Betis de Pepe.

La heroicidad a la que aspira el Nàstic es más carnal, palpable, porque sí que lo tiene todo por hacer. Empatado con el Salamanca en las arenas movedizas del decimoctavo puesto, los catalanes viven un estado de depresión deportiva que seguramente venga auspiciado por las malas condiciones económicas de la entidad, que lleva dos meses sin pagar a los jugadores. Las palabras de Oliva tras perder con el Recre resumen el estado de ánimo general de su equipo: "Somos pura impotencia". No parece el Betis, ese Betis relajado que tomó Getafe y la Romareda y que derrotó al Barça, el mejor bálsamo para recuperar el pulso a la permanencia.

Dani le deseó suerte a su ex equipo en el AVE

Curiosa coincidencia en la estación de Santa Justa y el AVE. Compartieron tren hacia Cataluña las plantillas del Betis y el Recreativo, que viajaba a Zaragoza para enfrentarse hoy al Huesca y seguir teniendo alguna aspiración al 'playoff'. Los onubenses traían en su convocatoria a un futbolista de amplio pasado y conocida filiación bética, Daniel Martín, autor de goles como el que le dio al Betis la Copa de 2005 o el triunfo de Champions al Chelsea. Dani deseó suerte a sus ex compañeros.