Las Palmas revive para ahuyentar fantasmas

La excesiva y defectuosa celebración de Pollo tras marcar el segundo gol de la noche (fue amonestado por quitarse la camiseta en su fiesta particular) simboliza el estado de angustia que atenazaba a los jugadores de Las Palmas. Su grito al cielo suelta las cadenas que ataban a un equipo que ya tiene el descenso a cinco puntos tras el empate del Salamanca, y que de paso convierte en utópica la presencia del Cartagena en los play off.

Pese a su gris inicio, la propuesta visitante fue tan atractiva como estéril, pues hizo acopio del balón sin apenas inquietar a Barbosa. Los primeros minutos, llenos de imprecisiones, se vieron alterados por el bello gol de Quiroga, que bajó una pelota del cielo para que la recogiera Guerrero, quien abrió a Quero, muy participativo sobre todo en la primera parte del encuentro, para que este le diera al pase definitivo al '9' amarillo, excelente en la definición aérea.

Los visitantes parecían actuar a expensas de Riga, a quien se le acabó el aire paulatinamente y, con él, a todo el ataque visitante. Pese a ello, a punto estuvo de empatar el equipo de Juan Ignacio Martínez tras un clamoroso fallo de Barbosa al saque de una falta, casi calcada al que le costó el empate a Las Palmas hace dos semanas contra el Celta.

Intensidad.

Consciente de sus evidentes limitaciones ofensivas, el Cartagena salió del estío con una intensidad hasta entonces desconocida. Toché y Toni Moral por fin decidieron dar señales de vida, poniendo este último en apuros a Barbosa tras una de las muchas indecisiones de la defensa de Las Palmas. El equipo de Juan Manuel Rodríguez, vendido el balón ante un rival superior, hizo entonces una doble permuta que cambió el signo del partido tras la entrada de Pollo y Viera, todo enmedio de los delirios inexplicables de Del Cerro Grande y su empeño en estropear el partido.

La entrada de Viera fue decisiva, pues le retiró la anestesia a su equipo. Un par de buenas internadas suyas fueron el preludio de la certera incisión en la piel blanquinegra de Quero para a su vez habilitar a Pollo y que este batiera a un vencido Casilla, celebrando su gol como si en ello le fuera la vida. La victoria estaba así sellada hasta el claro penalti de David García sobre Toché, cuya ejecución fue detenida por Barbosa, cuyas manos alejaron el peligro de la remontada y la cercanía del descenso.