Barcelona - Real Madrid | La pizarra
Una remontada exige atacar y mucha posesión
El Madrid debe ir a por el Barça y evitar interrupciones.
Firmeza en defensa. Encajar gol sería letal
El Barça no renunciará a su ataque y el Madrid debe protegerse. Atención: Cristiano, Özil y Di María (a este no hace falta pedírselo) tienen que bajar a tapar. Y a Messi, enjaularlo entre los pivotes y centrales, para que no escape como en el 0-2 del Bernabéu.
Juego en el área. En busca de penaltis
Los delanteros del Madrid han de forzar a sus pares en el área. Meterlos dentro, intentar el dribling, buscar el contacto. Es un recurso de jugadores listos. Los regates se hacen en la 'cazuela' de Valdés, que es donde el delantero tiene ventaja: gol o penalti.
Ataque versátil. Cuatro o más, arriba
No se trata de tener prisa, se trata de tener opciones de hacer gol. Cristiano, Benzema, Di María y Özil han de pisar zona 'caliente' y sumarse al ataque Xabi y Marcelo en cuanto puedan. Atrás, Lass y tres defensas siempre para mantener el equilibrio.
Estrategia de faltas. Tiros libres y por alto
A balón parado, el Madrid tiene que afinar. Marcó Ramos al Zaragoza, hoy no está. Pero quedan recursos: los tiros directos de Cristiano (A) o los balones al área (B) de Xabi buscando rematador. Por aquí el Madrid tiene serias opciones de hacer algún gol.
Jugar en campo del Barça mucho tiempo. Cerrar a Xavi, las bandas y tener el balón
Siempre que al Barça se le aprieta arriba (en su campo) lo pasa mal. Ha habido ejemplos demostrables durante la temporada. Pero Mourinho decidirá si va con todo o prefiere esperar... Esa es la cuestión. Si el Madrid tiene arrojo y fuelle, iría a cerrar la salida de balón de Xavi e Iniesta (si juega), incluso incomodando a Busquets para que no enlace. Todo el equipo ha de ir a una, dejando que manejen la pelota Piqué, Mascherano y Puyol sin soluciones de pase, con la banda de Alves bien sellada. Se trata de que el Madrid recupere el balón una y otra vez, buscando a Özil para jugar y jugar sin interrupciones, sin pérdidas de tiempo. El reloj corre contra los blancos y cuanta más posesión consigan, más ocasiones de gol crearán.