Segunda B | Real Murcia 3-Lorca Atlético 1

A un paso de la meta

Los grana sufrieron, pero su pegada decidió. Dignísimo el Lorca

DOS MESES SIN PERDER. Con siete victorias y un empate que le consolidan al Murcia en una primera posición virtualmente sellada.

Benigno Sánchez, 'endomingao' de traje debió mirar un par de veces (la de los dos remates de los suyos a la madera en la primera mitad) a su corbata... por aquello de utilizarla para autoinmolarse. En el otro lado, el casual look de Iñaki Alonso, el propio para salir de marcha, dejaba claro que para el Murcia era cuestión de tiempo, cuestión de que alguna de las muchas llegadas se coronaran en gol... y así fue. Con torrija inicial, luego con sufrimiento, con suerte y, al final, casi con goleada jugando un rondo con un Lorca descorazonado al ver cómo había pasado su tren.

Así se escribe la historia, y las enormes diferencias del derby y también de la dispar realidad en la que van a vivir murcianistas y lorquinos el mesecito competicional que queda. Con los locales a un paso de ganar las metas volantes y a dos más de la consecución del éxito final, y con el Lorca cerca de la defunción, salvo que se obre el milagro en las tres semanas que le restan a la fase regular.

Conviene precisar que al Real Murcia no le alcanzará con el ritmo 'aplatanao' para el Tourmalet del playoff (ayer tiene la excusa de lo complicado que es motivarse cuando está todo hecho), ni al Lorca con jugar medio bien para salvarse, pero así, a medio gas los locales, y valientes y sin complejos los blanquiazules, se jugó un partido que, a los ojos de un espectador medio de partidos de Segunda B fue muy, pero que muy bonito. Con llegadas, con detalles técnicos, con el Murcia buscando las bandas como pocas veces este año, con Óscar y ese Mario Marín de pura delicatessen, con ese Molino al que sólo le falta ritmo (le sobra calidad)... Un partido que al poco de arrancar pudo poner el Lorca a favor, pero su primera llegada se fue al palo. Pecado mortal cuando uno se juega tanto, ante un líder tan superior y cuando se juega sin un delantero goleador. Al Murcia por contra si algo le sobran son matarifes. Uno de ellos, el alicantino Pedro, puso desde la frontal a los grana en ventaja tras dos o tres llegadas de las de un ¡uy! profundo. Parecía que lo complicado estaba hecho y además sin aparente esfuerzo, pero el cuadro visitante sacó su punto respondón. Así, sobre el pitido del descanso Diop la volvió a estrellar en el palo en un remate a lo Pepe el otro día de la final copera. Luego, en el rechace, el senegalés volvió a rozar el empate, pero se le hizo de noche. Con susto se llegó al entreacto.

Y con sustos para la parroquia local arrancó la segunda parte. Marcó Sebas tras jugadón (otro más) de Lorca y centro de Adrián y con 1-1 el Lorca vivió su momento de gloria. O más que eso, lo rozó. Pero sin pegada es imposible ganar.

Segunda unidad.

Con los lorquinos apretando, Alonso miró al banquillo y en tres movimientos puso a Isaac, Aquino y Cañadas. Más madera y la cosa le funcionó. En otra aparición de Pedro, Óscar se disfrazó de goleador y ahí se acabaron las dudas. Luego Cañadas cerró el trámite a balón parado con una facilidad pasmosa. De ahí al final minutos de la basura para pensar en El Bando, en ganar al Caravaca y luego de eso en el playoff que ya se toca. Quizás el Lorca mereció más pero hay tantas diferencias entre el Murcia y el resto... Pura lógica futbolera.

Lo más visto

Más noticias