Ardiles y Villa, dos campeones del mundo en Londres

Aún disfrutaban de su título de campeones del mundo, cuando empezó su aventura. Harry Haslam, técnico del Sheffield llamó a Bill Nicholson, que llevó a los Spurs a lo más alto en los 60, que estaba junto a Keith Burkinshaw. La pregunta fue rápida: "¿Os interesaría fichar a Ardiles?". La respuesta, tajante: "¡Claro!". Burkinshaw viajó a Buenos Aires. De ahí saldría otro fichaje: Ricardo Julio Villa, Ricky. Su coste: 750.000 libras (ni 240.000 euros) y con polémica. Por Ardiles abonan 325.000 libras y por Villa, 100.000 más. ¿El motivo? La estatura. Ossie, o el Pitón apenas llegaba al 1'70 y Villa pasaba el 1'90 metros.

Su momento cumbre llega en 1981, el equipo gana la FA Cup, gracias a una gran jugada de Ricky, mientras que Ossie es venerado tras marcar en el último minuto de la prórroga ante el Manchester United.

Todo explota en abril de 1982. Comienza la guerra de las Malvinas. Ardiles juega ese día ante el Aston Villa y sólo recibe insultos cada vez que toca el balón. Una semana después, ante el Leicester, cada vez que interviene los hinchas le gritan "¡England!". Al poco, los seguidores del Tottenham replican y gritan "¡Argentina!". Tras hablar con Burkinshaw, se marcha para preparar el Mundial-82. Ya no volvería hasta 1983. Juega cinco meses cedido en el PSG, pero regresa a Londres. Villa sigue recibiendo abucheos y se marcha ese año. El Pitón seguirá hasta 1988, ganó la UEFA de 1984 y logró que Maradona participase en su partido homenaje en 1986.­