Aperribay: "Yo calificaría la campaña de muy buena"

Pese a todo, calificaría la temporada como muy buena, desde el punto de vista social, económico y deportivo. Las derrotas nos llevan a aprender, porque es un equipo joven, con bases para crecer y que pelea y juega con intensidad". Aunque parezca mentira, pese a los últimos malos resultados, todavía hay un hueco en la Real para el optimismo, en medio de su peor racha de resultados de la temporada. Es el optimismo que trata de predicar y extender el presidente del club donostiarra, Jokin Aperribay, que apareció ayer en Rentería para pedir tranquilidad. "No olvidemos que en la derrota ante el Málaga no aprovechamos las ocasiones, y ellos llegaron sólo las dos veces. Hay que intentar volver a la senda del triunfo cuanto antes, esto sólo es un bache malo, nada más".

Aperribay trató de restar importancia a toda costa a la mala dinámica de resultados de los blanquiazules. "En absoluto estoy preocupado, estoy ilusionado porque el equipo está en una posición cómoda, y sólo pienso en que compita lo más fuerte posible", señaló el máximo dirigente realista, que no pudo evitar hacer alusión al manido tema de la falta de ambición de la plantilla por no reconocer abiertamente que se puede pelear por Europa: "Me sorprende cuando se habla de objetivos, porque es una conversación estéril, la Real debe salir a ganar siempre, otra cosa es que pueda o no. Se ha hablado de UEFA o no, los objetivos son consecuencia de algo, y marcarlos a cuatro meses no sirve de nada. Lo importante es ganar al Racing para aspirar a la salvación o a la UEFA, la Real debe transmitir siempre fuerza y ambición".

La afición arropa a la plantilla tras la derrota ante el Málaga

La plantilla de la Real se lamió ayer las heridas por la derrota contra el Málaga dándose un baño de multitudes en la localidad de Rentería, donde la Real volvió al trabajo en una suave sesión en el campo de fútbol Fanderia, a donde acudieron los jugadores txuri-urdin dentro del objetivo del club realista de acercar la Real a toda la provincia. La afición más pequeña arropó al vestuario realista y le subió la moral, porque desde primera hora las instalaciones se llenaron de cientos de niños ataviados con camisetas txuri-urdin que rodearon a los futbolistas.