El Barça B fastidió el Zamora a Rubén

Pronto sabremos si el pinchazo del Nàstic en el Mini fue sólo una mala tarde o se ha truncado la buena racha que llevaba el conjunto de Tarragona en las últimas jornadas. Desde la llegada de Juan Carlos Oliva, el Nàstic cambió sus resultados, su imagen y su juego, pero sobre todo mejoró en un aspecto clave del juego, la fortaleza atrás.

Dejando de lado el debut del míster en el banquillo grana, el Nàstic cayó ante el Granada por 6-1, la fortaleza defensiva que ha imprimido Oliva al equipo es digna de elogio. El Nàstic ha recibido, en los últimos 12 partidos anteriores a esta jornada, siete goles, una cifra muy baja para un equipo que se encuentra peleando por no descender a Segunda B. Este logro no se puede achacar a un sólo jugador, pero es evidente que Rubén Pérez, el portero titular, ha puesto mucho de su parte. Pérez promediaba, antes del partido ante el Barça B, 0'8 goles por partido, situándolo como el segundo mejor portero de la categoría, detrás de Falcón, del Celta. Si el Nàstic sigue con estos registros defensivos dará un paso de gigante para lograr su gran objetivo: la permanencia.