Santamaría se reta con el pichichi Geijo en Montilivi

Pocos y alocados hubieran dicho que Girona y Granada se verían las caras a estas alturas de Liga luchando por unas posiciones tan dulces. Unos porque vivieron un verano de lo más movidito a nivel institucional y empezaron la pretemporada más tarde de lo previsto porque la plantilla no estaba hecha. Los otros porque, sin sitio para la discusión de su calidad y talento, el gran interrogante era su acomodo a la categoría, sobretodo después de un inicio más que dubitativo. Si hacemos caso a los números, en Montilivi se va a vivir un partido de los que gusta a la gente, con dos equipos de gran potencial ofensivo, en dinámica positiva, muy lanzados desde que arrancó el 2011 y buscando seguir abriéndose hueco en la parte alta de la clasificación.

Al Girona le gusta el balón y de las botas de Jandro sale el ritmo que llevará el encuentro, al Granada le sobra pegada y ambición, y le ha empezado a perder el respeto al ascenso directo. El pichichi Geijo, 20 goles, tiene constantemente en este curso el arma cargada pero el meta del Girona, Roberto Santamaría, sabiendo lo que le viene encima salvaba a su equipo en Vila-real con una actuación de nota. Es uno de los duelos atractivos que forman parte de un partido que puede marcar tendencias para ambos equipos.

Partido clave. Los dos quieren seguir viviendo arriba, el Granada ya no ve un salto imposible para llegar al ascenso directo y hace tiempo que se ha creído que puede. Para el Girona, el conjunto andaluz es el escalón que puede determinar la diferencia entre los sueños y la realidad. Aunque para ambos la temporada ya es de ensueño y nadie quiere saber nada del despertador.