El club espera que el TAS falle hoy sobre Ferreira

Será hoy. El TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) enviará un escrito al Real Valladolid y a su abogado, Juan de Dios Crespo, en el que le informará de si concede el tránsfer cautelar a William Ferreira para que pueda jugar con el equipo blanquivioleta o no. Si la resolución es positiva, el uruguayo podría, incluso si Abel Resino lo cree conveniente, jugar ante el Elche el sábado, siempre y cuando el Valladolid consiguiera tramitar su ficha en la Federación Española de Fútbol antes del cierre de oficinas en Madrid hoy. Sino, el uruguayo podría estar disponible para el encuentro ante el Albacete del miércoles.

En caso de que el TAS denegara la petición del Valladolid, el golpe sería muy duro para el propio futbolista, para el club y para el presidente, Carlos Suárez. ¿Qué podría hacer en ese momento el Valladolid? Lo explica Juan de Dios Crespo: "Si el TAS no falla a nuestro favor, el club decidirá si continuamos la apelación o qué hacemos". Lo cierto es que, como recogió ayer el diario digital boliviano fmbolivia.net, en el club parece que cunde el pesimismo y si, definitivamente, el jugador no puede vestir de blanquivioleta esta temporada, debería volver al Bolívar, su club de procedencia.

El abogado del club explica la situación: "El Valladolid ha solicitado una serie de medidas provisionales para que el jugador pueda ser alineado y el TAS decidirá mañana (por hoy) sobre las mismas" y sigue explicando: "Nosotros somos optimistas y tenemos esperanza, sino no habríamos solicitado estas medidas".

Juan de Dios Crespo explica, además, que "nosotros lo que hemos alegado es que el club hizo las cosas bien y que fue un error mecánico del TMS (Transfer Matching System) que no permite hacerlo con la urgencia necesaria cuando quedaba poco para hacerlo. Y así es, porque cuando uno lo prueba ve que es realmente complicado y es difícil acabar el proceso en media hora".

Polémico fichaje. Hay que recordar que el fichaje de Ferreira, tras fallar los de Bordagaray y Agirretxe, estuvo lleno de problemas e incidentes hasta el último minuto. Cuando el acuerdo parecía hecho y el uruguayo se disponía a viajar a España, su club de origen, Bolívar, le hizo bajarse del avión. El jugador, triste por la situación, se declaró en rebeldía y se fue a Uruguay el último día del cierre de mercado. Cuando todo el asunto se resolvió, el club no conseguía localizar al futbolista, por lo que no se podían firmar los papeles antes del polémico proceso informático.