Juanjo Lorenzo confía en la salvación blanquiazul

Juanjo Lorenzo, director deportivo del Tenerife, pasó ayer por los micrófonos de la Cadena SER y emitió un mensaje realista pero alentador. "¿Promoción de ascenso? No pienso en eso", indicó con rotundidad al preguntársele por objetivos que van más allá de la mera permanencia .

De hecho, manifestó que al representativo le queda el reto de "conseguir el 50 por ciento de victorias en los partidos que quedan" para amarrar su salvación sin problemas. "Cuando llego aquí venía con una sensación de sorpresa por la situación del Tenerife; luego el sentimiento es de preocupación porque hay que rescatar el proyecto y ojalá que pronto la percepción sea en clave de futuro", dijo Lorenzo. "No he venido para seis meses", apostilló el vallisoletano, aunque dejó claro que en su primera conversación con el presidente no quiso hipotecarle con un compromiso largo.

"Me sedujo del club que el proyecto es serio, su afición, su plantillaojalá que pudiera haber acometido esta etapa desde la tranquilidad, pero cuando uno está sin trabajo le llaman normalmente para situaciones de apuros", confesó. "Hablamos de un club con unas perspectivas buenas de seriedad y de futuro", añadió a renglón seguido.

Luego, habló del mercado invernal. "Nosotros tenemos la conciencia tranquila de que hicimos todo lo que pudimos, siempre bajo unos parámetros deportivos y económicos que había; el resto son excusas", manifestó. "Todos tenemos trabas e inconvenientes en nuestros respectivos trabajos", admitió Lorenzo, quien resaltó que este club "deja trabajar" y, además, "no se puede discutir al presidente cuánto pone". "En cualquier caso, lo que haya que debatir se hace internamente, nunca cara al exterior", verbalizó.

Nombres propios.

Respecto a Antonio Tapia, destacó que "se le pedía que diera un punto de normalidad a la situación" y explicó que "no venía con exigencias grandes en cuanto a la constitución de un cuerpo técnico, ni tampoco económicas". Sí reconoció que "tres cambios de entrenador en un año es síntoma de que las cosas no han ido bien". Eso sí, Antonio Tapia "elimina el mito de que cualquier entrenador tiene que venir con cuatro personas ayudantes y muy conforme con el cuerpo técnico" que tiene a su lado.