Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

VALENCIA

Miguel dedica una 'peineta' a la Prensa y luego se justifica

Tras el entrenamiento, no quiso detenerse ante los periodistas y en un gesto despectivo sacó la mano por la ventanilla y alzó el dedo del corazón. Luego dijo que era para unos aficionados.

Miguel dedica una "peineta" a la prensa tras el entreno
David González

Miguel Brito, defensa portugués del Valencia que ha sido acusado por la Fiscalía lusa de violencia y posesión ilegal de armas, dedicó una ''peineta'' a los periodistas que se acercaron a su coche para intentar obtener alguna declaración.

Tras acabar la sesión de entrenamiento y la comida conjunta que realizó la plantilla en la ciudad deportiva, Miguel abandonó en su coche y con una amplia sonrisa las instalaciones y no quiso detenerse ante los periodistas, aunque sí que lo hizo un centenar de metros más adelante a requerimiento de un par de aficionados.

Cuando el nutrido grupo de periodistas echó a correr en dirección al automóvil del jugador luso, éste aceleró su coche poco antes de que le alcanzaran y en un gesto despectivo sacó la mano por la ventanilla y alzó el dedo corazón.

El defensa del Valencia, aseguró en unas declaraciones facilitadas por el club a Efe, que el gesto despectivo que realizó al abandonar esta mañana la ciudad deportiva iba dirigido a una persona y no a los medios de comunicación presentes.

Según la versión del jugador, ese "gesto instintivo" iba dedicado a una de las dos personas que le habían solicitado parar el coche para hacerse una foto con él "porque me había faltado al respeto". "En ningún caso iba dirigido ese gesto a la prensa sino a esa persona que me había ofendido", señaló el defensa.

Aunque el ministerio Fiscal no ha divulgado los nombres de las siete personas implicadas en los hechos -en los que la Policía sí identificó a Miguel- un portavoz de la institución confirmó el miércoles a EFE que han sido acusados formalmente de diferentes delitos, entre ellos secuestro, robo y tenencia de armas.

Los hechos ocurridos en el mes de diciembre de 2009 en las inmediaciones de una discoteca de Seixal, al sur de Lisboa.