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La Liga al microscopio | 21ª jornada

El carrusel

La cuerda en la cabeza de la Liga se tensa. La inesperada derrota del Madrid en Pamplona y una victoria más del Barça a domicilio, en esta ocasión en Alicante, sitúan ya en siete la distancia entre unos y otros. Viendo el nivel de los culés, para muchos la Liga ya está acabada. Pero quedan jornadas y tiempo. Y también emociones.

ARANDA

EL PERSONAJE. ARANDA: El carisma de quien superó una vida dura

Llámenlo Ronaldo Aranda o Carlos Nazario da Lima. Cualquiera de las dos comparaciones vale para describir el concurso que el delantero de Osasuna completó frente al Madrid. No hay mejor publicidad posible —con los blancos diciendo prácticamente adiós a la Liga— para defender el valor de nuestro producto nacional. Aranda peleó hasta la extenuación, brindó el gol a Camuñas con una buena asistencia y desquició a la defensa de Mourinho como pocas veces se ha visto. La paradoja del asunto es que el punta se formó en la casa madridista e incluso llegó a disputar dos partidos de Champions. Pero para él la vida no ha sido tan sencilla. Ni la personal ni la deportiva. Criado en el conflictivo barrio malagueño de El Palo, llegó a estar sin equipo y entrenándose en solitario con el Gavá antes de convertirse en lo que hoy es, un delantero peleón, goleador y con carisma. Alguien predestinado a escribir historias con su puño y letra. Como ayer.

AMAT Y EL GRIFO QUE BROTA EN CORNELLÁ

El Espanyol ha vendido en unos días a Víctor Ruiz al Nápoles y a Dídac al Milán. Por sus dos defensas canteranos ha sacado 11 millones y un rendimiento espectacular, pues dejaron al equipo anclado en puestos europeos. La política de cantera y la valentía de Pocchetino propicia casos como estos. A partir de ahora vendrán muchos más. El más cercano puede ser el de Amat. El central, de 18 años, lleva ya un año entrando en los planes de su técnico y cada día que pasa tiene más peso. Frente al Villarreal estuvo a un gran nivel, aunque nada pudo hacer en el golazo de Rossi. Ni en Sudamerica ni en Europa. La solución está en casa. Y ese grifo nunca cesa.

LA SANGRE AFRICANA DE VALDO TODAVÍA FLUYE

A mediados de los 70 llegaron a la provincia de León casi 2.000 familias africanas para trabajar en las minas del carbón. Una de ellas fue la de Valdo, procedente de Cabo Verde, que después acabaría en Madrid. El extremo luce orgulloso esas raíces cuando toma la última curva de su carrera deportiva en el Levante. Las cualidades físicas que le proporcionó su ADN se cruzaron con la técnica que aprendió en los parques de Pozuelo de Alarcón. Valdo no cuajó en el Madrid, donde no tuvo sitio, pero sí se ha labrado una meritoria carrera en Primera. En el Levante exhibe esas últimas gotas de talento y sangre africana. Así hizo el sábado marcando ante el Getafe.

EXIGIRSE MÁS CADA DÍA ES UN VALOR DE LOS GRANDES CAMPEONES

Messi es el actual Balón de Oro —por segunda edición seguida—, acumula 14 títulos con el Barça y, a sus 23 años, ya es el cuarto máximo goleador de la historia del club. Sus números dan miedo. Pánico. Algunos incluso asumen que nunca hubo otro como él. Pero Messi sigue igual que siempre. Sobre el terreno de juego quiere más. Le dan igual las cifras, su voracidad es insaciable. Le ocurrió en Alicante, donde disputó uno de los encuentros más mediocres que se le recuerdan hasta que lo reventó al final. El argentino apuró las últimas acciones del choque para sumar otros dos tantos en su cuenta personal. Muchos se resignan en un mal día. Él no. Él protagoniza una lucha contra sí mismo que le hace ser cada día mejor. Como los grandes campeones. Sí, igual.

CUANDO EL TALENTO PARTE DEL LATERAL

Dice una leyenda urbana que, en Brasil, aquellos niños que peor juegan al fútbol acaban como porteros. Históricamente esto ha servido de excusa ante el pobre nivel que puntualmente han ofrecido sus guardametas en grandes citas y escenarios. En España trasladamos esta teoría a los laterales. Con ser fuerte, disciplinado y técnicamente correctouno puede llegar muy lejos en esta demarcación. Hay poca oferta para los clubes. Y los chavales más prometedores quieren ser mediocentros o delanteros, nunca laterales. Por eso es digna de elogio la postura de Iraola, que aceptó de buen grado hace ya unos años la decisión de ser reconvertido desde el centro del campo al flanco derecho de la defensa. El cambio le ha transformado. Ha pasado de ser un volante de perfil medio a un lateral de primera gama. Del Bosque ya le hizo debutar con la Selección y su exhibición de ayer en el Calderón lo refuerza. No sólo el Barça esconde magia en el lateral derecho con Alves. También el Athletic. Y en grandes dosis.

EL VALOR DE ANDRÉ CASTRO SE CONDENSA EN UN FOLIO

El Sporting respira en la clasificación tras sus victorias de las últimas jornadas. Mucha culpa la tiene la continuidad que el club ha dado a su proyecto. Curioso, pero Preciado comanda ahora la nave con soltura cuando hace unas semanas estaba prácticamente fuera. Cosas del fútbol. Esa sensatez a la hora de tomar decisiones también se refleja en los fichajes. Tan sólo el portugués André Castro ha llegado este invierno. Y lo ha hecho para sumar. No ha habido mayores locuras. Cuentan que el centrocampista portugués pidió un folio con los nombres y la fotografía de sus compañeros nada más pisar Mareo. Quería conocerles cuanto antes. Buscaba adaptarse rápido. Por lo visto en Mallorca, donde marcó nada más saltar al campo, lo ha conseguido con creces.

LAURE: EL OBRERO QUE NO HABÍA MARCADO JAMÁS

Llamarse Laureano y ser futbolista de Primera es compatible, por extraño que parezca ante el cariz mediático de nuestra Liga. Pero Laure, como abrevia su nombre el lateral del Depor, se asienta en Primera con el mismo tesón que mostró frente al Sevilla. Su llegada hace tres campañas al filial del Depor ya fue noticia. Procedía entonces del Leganés. Mucho más resultó que Lotina se acordara de él para el primer equipo y que incluso desde entonces le haya hecho un hueco en la plantilla. Su irrupción es la de los obreros de nuestro fútbol. Gente anónima, trabajadora, siempre lejos de los focos. Héroes inesperados. Como él ante el Sevilla. Su gol, el del 3-3, fue el primero que marca como profesional. Y estuvo a punto de ser anulado. Menos mal que Ayza no lo quiso así.