El Heliodoro vive el duelo más dramático del año

La posición casi dramática del Tenerife y Las Palmas, equipos que caminan sobre el alambre, no quita ni un ápice de interés -más bien al contrario- al derbi por antonomasia del fútbol insular, que hoy ofrece su quincuagésima quinta entrega en 60 años de enfrentamientos. Lejos de estar devaluado, cobra vigor hasta límites insospechados el duelo entre los dos equipos más señeros del balompié canario hasta el punto de que hoy se juegan el orgullo... y también la vida.

Blanquiazules contra amarillos, los protagonistas del envite de esta mañana enfrentarán sus miedos y miserias clasificatorias en medio de un estadio que lucirá galas de oro. Si los planteles son de Segunda, las aficiones no.

La mejor entrada de la temporada está asegurada a las once en el Rodríguez López, que será el escenario de una extraordinaria demostración de pasión desde la grada. No en vano, la afición visitante tardó apenas unas horas en agotar las localidades del sector amarillo mientras la local ha vuelto a poner de moda las imágenes de colas en los aledaños del Heliodoro.

Pasado el momento de las palabras, llega el momento de la pelota. Y falta por saber si será el clásico de esta mañana un derbi al uso, trabado y sin demasiado fútbol; o si primará el proverbial gusto insular por la domesticación de la pelota, la vistosidad y el toque que un día modeló el estilo canario. Ojo a las declaraciones recientes de Paco Jémez, entrenador visitante, presto y dispuesto a jugar con la ansiedad local.

Si se cumplen sus previsiones, optará Las Palmas por un partido intenso y con mucho ritmo, mientras buscará el Tenerife gobernar el esférico al socaire de una afición que pondrá al fútbol la banda sonora.

La interrogante.

Acertar el once blanquiazul es casi como lanzar una moneda al aire, si bien hay algunas fichas que no se tocan. A las coordenadas habituales (Bertrán en la derecha, Nino arriba, Mikel en el medio) se suma el recién aterrizado Dubarbier como factor sorpresa. En el otro bando, el forastero, los focos apuntan a Hernán, posible debutante; y a Viera, estrella superlativa. Enfrente, Nino y compañía amenazan con volver por sus fueros y mantener por un partido más la hegemonía tinerfeñista de los últimos derbis.

De hecho, Las Palmas no gana al equipo de enfrente desde el año 2002. Ya ha llovido desde entonces y hoy probablemente otra vez haya chubascos... sobre todo para el que pierda.

Los derbis de esta década son blanquiazules. En la isla del Teide quieren que siga la racha.

Las Palmas cae al descenso por primera vez en la temporada

La expedición de la Unión Deportiva que ayer llegó hasta Tenerife ya sabía al aterrizar en suelo chicharrero que el Alcorcón había ganado al Valladolid (1-0) y que, por consiguiente, había abandonado la zona de descenso. El resultado del cuadro madrileño agrava las necesidades de los amarillos, que pasaron la noche entre los cuatro últimos de la tabla por primera vez en el curso. Una derrota en el Rodríguez López sería un estropicio para las huestes grancanarias, así como para las tinerfeñas. El duelo de urgencias lo es todavía más tras estos resultados.