Toché: justo y a tiempo

Se resiste Juan Ignacio a dar motivos reales, ni siquiera los mínimos, para que nos planteemos de verdad si estaba discutido o no. Porque en el 85', con todos los cambios ya hechos y el equipo volcado al ataque, el injusto 0-1 lucía en el electrónico. Su Cartagena había hecho hasta entonces un gran partido, sólido y suficiente para derrotar al líder de Segunda. Y la pelotita que no entraba. Mariano acababa de enviar un balón a la cruceta y a Cygan le había sacado Goitia otro de la cepa del poste. Más de un buitre (y no van con segundas) se frotaba las manos...

Pero el destino quiso darle un respiro al Cartagena. Al César lo que es del César... El Cartagena merecía ganar y Toché, el mismo que hace quince días abrazó a Juan Ignacio ante el Granada sabedor de todo lo que le daba, volvió a aparecer. Una falta en la frontal, perfecta para Víctor a palo cambiado... se la pidió el santomerano y este le pegó con el alma para mandarla al fondo de la escuadra. Quedaban unos minutos, y el milagro era posible. Justo (entiéndase de justicia) y a tiempo, Toché levantó al semivacío Cartagonova con otro gol escasos segundos después. Delirio, tangana Botelho-Roqué... expulsión de Mel y, lo más importante, triunfo del Cartagena y puesto de playoff (a falta de que jueguen Granada y Alcorcón...).

Porque antes de todo eso, pasó y mucho. Sobre todo en la segunda mitad. Porque en la primera Cartagena y Betis parecían respetarse mucho, quizá en demasía. El primero porque sabía que cualquier despiste podría resultar mortal de necesidad y no anda la cosa como para tonterías. Y el líder, sabedor de su renta de puntos y de que el Cartagena lo mismo te resucita a un rival moribundo que te hace un traje (pregúntenle al Barça B) pues entendió que lo mejor era verlas venir y aguantar el tirón. La primera parte apenas contó con ocasiones de peligro. Sólo un balón colgado a la espalda de la zaga que Botelho no llegó a enganchar con fuerza para superar por alto a Goitia. La tarde no parecía estar para goles, por muchos metros que ganara el Cartagena. Un córner tras otro... y algún que otro susto. Pero nada más. Si fuera rugby los ensayos habrían caído a mansalva... Pero no. Entre medias, Víctor hacía daño en la mediapunta y Longás y Muñoz (buena apuesta de Juan Ignacio) controlaban el partido.

Susto y expulsión.

El Cartagena salió más enchufado en la segunda parte. Apretó en el inicio, pero el Betis encontró una grieta y por ahí inyectó su gas letal en forma de pase de la muerte de Nacho a Rubén Castro. Mazazo total. El partido se enfrió, el Cartagena parecía groggy y el Betis buscaba el 0-2 a la contra. Empezaron los cambios... y más con la roja a Beñat (muy protestada). Ahí, contra 10, llegaron los remates de Mariano y Cygan, y también el desenlace no apto para cardíacos con Toché, justo y a tiempo, de protagonista.

Mal perder de Mel y Miki Roqué

Tras el 2-1 Miki Roqué se encaró con Botelho, que provocó su expulsión. Luego el ex albinegro empujó a Mariano de muy malas formas. Mel perdió los papeles con el trío arbitral y también vio la roja.