Ganar o ganar para revivir la esperanza del ascenso

Para que la gente (en este caso el resto de rivales) hay que dar un golpe en la mesa. El Cartagena no ha hecho otra cosa nada más que levantar dudas desde que arrancó la temporada. Es normal, en parte, por esa irregularidad que muestra lejos del Cartagonova. Pero hoy, ante el Betis, tiene la oportunidad de dar ese golpe. De dejar bien a las claras que aún está en disposición de pelear por el ascenso (no se engañen, ése siempre fue el objetivo de este Cartagena). No es que el Betis sea el mejor rival para ello, pero sí tiene ese pedigreé que hace que si se consigue ganar, la medalla sea mayor. Eso sí, al Cartagena sólo le vale ganar... o ganar. Está claro que los de Pepe Mel no son el último tren hacia el ascenso, pero quizás ganando al mejor equipo de Segunda, los albinegros se crean que son capaces de estar a la altura de los mejores.

Es, sin duda, más que un partido, un ejercicio de autoestima. Volver a creer en ellos mismo. El problema, y vuelvo a lo de antes, es que delante está el equipo más en forma de la categoría. Un Betis que llega lanzado y que quizás note en demasía la ausencia de un Emaná que no se ha recuperado a tiempo de ese fuerte esguince de tobillo que sufrió hace ya varias semanas. Aún así tienen calidad... y mucha. Arriba cuentan con la pareja más letal de la categoría: Jorge Molina-Rubén Castro.

Al Cartagena también le falta gente importante como Toni Moral o Txiki, pero recupera a Lafuente, Keko y Víctor. De las botas del veterano punta tienen que salir los destellos que cieguen al Betis y que hagan que Toché vuelva a sentir la miel del gol. Si esa conexión funciona, el Cartagena estará en disposición de tumbar al líder... sino habrá miedo. Y mucho.