Stankevicius
"Si les superamos en el físico podremos ganar"
El lituano jugó seis meses en el Sevilla y conoce a la perfección los secretos de ese vestuario. Analizó para AS el estilo del rival y dio las claves para poder asaltar el Pizjuán, un estadio en el que no se gana desde la última Liga (2004).
¿Cómo se siente tras dos meses en el Valencia?
Poco a poco me encuentro mejor. Estoy trabajando bien, acostumbrándome a muchas cosas y entre ellas al modo de jugar y a mis compañeros. La adaptación va bien de forma escalada, sólo espero para poder ayudar más al equipo.
Habla mucho con los técnicos tras los entrenamientos...
Sí, compartimos opiniones sobre sistemas y maneras de defender. Hablamos de nuestras experiencias personales y lo sumamos todo para el grupo. He estado nueve años en la Liga italiana y allí la táctica es muy importante, se trabaja mucho más allí y compartimos opiniones. Trabajo mucho para mejorar cuanto antes, para saber los movimientos defensivos. Para defender bien hay que estar concentrado y tranquilo.
¿Acabó triste en su debut?
Nadie está feliz cuando no se gana, pero no acabé muy descontento por mi trabajo y por mi juego, lo más complicado para mí fue que jugué sólo un tiempo, pero no pasa nada. Hay muchos jugadores que pueden jugar. Pero fue un momento difícil no sólo para mí sino para todo el equipo porque el Mallorca salió muy agresivo y pensaba que sería un partido más fácil. Se complicó todo con el penalti. Lo que viví el día de mi debut aquí fue una experiencia que me ayudó a crecer más. No tuvimos el partido de nuestra mano desde el principio y eso hay que evitarlo, no se puede perder más en casa.
Mejoró su imagen y la del equipo en Logroño...
No fue un partido fácil. Salimos concentrados, no valoro si lo hice mejor de lateral o de central porque lo importante es salir motivado y confiado de tus posibilidades. Lo mejor es que me encontré bien. Siempre quiero jugar porque he venido a eso aquí, a trabajar y a ayudar al equipo, tras el partido del Logroñes estaba contento por el resultado y porque jugamos muy bien tácticamente. Nos dio a todo el equipo y a mí mucha confianza.
No se gana en Sevilla desde 2004. ¿Cómo se hace?
Con mucha concentración y tenemos que ir convencidos de que vamos a ganar. Somos fuertes, trabajamos bien y tenemos hambre. Con sólo esto ya se ganan partidos y hay que sumar la táctica y el trabajo. Hay que meterle ganas, el Sevilla es muy potente y si conseguimos superarles en el físico podremos ganar.
¿Cuántos amigos dejó allí?
Muchos. Me hizo mucha ilusión cruzarme con ellos en el aeropuerto de Logroño. Estuve seis meses encantado allí, éramos una familia.
En Sevilla se vio a un Marius importante, ¿y aquí?
Espero que sí. Prefiero hablar en el campo y no me gusta hablar en prensa. Mi vida es el fútbol, estoy fuerte y esperaré a ayudar aunque sea un minuto. Sigo trabajando.