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José Ramón Sandoval Pepe Mel

Un ciclón hacia Primera

El Betis arrasa al Rayo y afianza su liderato. Los de Mel ya son el mejor líder del siglo XXI. Emaná ejerce de jefe. Y el cuarto ya está a cinco puntos

G. G. G. G.
Actualizado a
<b>FIESTA EN HELIÓPOLIS. </b>Los jugadores del Betis celebran el tanto marcado por el canterano Beñat tras el descanso.
FIESTA EN HELIÓPOLIS. Los jugadores del Betis celebran el tanto marcado por el canterano Beñat tras el descanso.toni rodríguezy morenatti

Acabó el partido el técnico del Rayo, José Ramón Sandoval, enfundándose en un abrazo con Emaná tras aclarar ciertas dudas sobre cómo tirar un penalti cuando vas ganando 3-0, pero la verdad que esconde este abrazo es diferente. Es más bien una señal de reconocimiento público al mejor jugador de Segunda y también de halago al mejor equipo de la categoría. Porque el Betis fue ayer un ciclón que va directo hacia Primera, su único destino posible. Sólo le dio un poco de vida al Rayo en la primera parte, cuando prefirió que su rival se aburriera tocando la pelota, para asestar un golpe definitivo e intimidatorio tras el descanso. Antes ya se había adelantando en el marcador con un gol en propia puerta de Javi Fuego, esa dichosa fortuna que sólo le aparece a los grandes, porque incluso la falta previa lanzada por Salva Sevilla fue más que dudosa. Y luego remató también como los grandes, con una goleada demoledora que le afianza en el liderato.

Este ciclón llamado Betis va de récord en récord y no entiende de regalos. Cinco victorias de cinco posibles como local y suma ya 25 puntos en diez jornadas, las mejores cifras del presente siglo. Ya le saca cinco puntos al tercero, el propio Rayo, y podrá cerrar el próximo domingo en Vigo un Tourmalet que parece un escalón en medio de un pasillo, sobre todo por la contundencia y superioridad que ha demostrado antes sus perseguidores en la tabla. Con Emaná como gran jefe, el equipo de Mel se olvidó del mal estado del césped para resolver un partido interesante, porque el liderato estaba en juego, aunque luego ya se vio que hay varios escalones entre ambos equipos. El Rayo sólo inquietó a Goitia con 3-0 y dio sensación de no ser tan fiero como lo pintan, a pesar de su continuo tiqui-taca sin sentido y de que su técnico Sandoval saliera satisfecho de los suyos. El Betis no lo pintó así y se lo merendó a su estilo, en un visto y no visto. Pim-pam-pum, sin perdón y para casa, porque el ascenso no tiene amigos.

Mejoría.

No se vio de inicio al buen Betis, ése que ha acostumbrado a su gente a triangular sin problemas y ponerse de gol casi sin querer. El Rayo le quitó el balón, a la espera de encontrar un resquicio en la zaga local que poca gente encuentra. Pero le salió rana la jugada. El Betis fue una muralla atrás y de nuevo encontró un filón de oro en la estrategia, con más fortuna aún cuando Javi Fuego desvió a la red un centro de Salva Sevilla. Sin merecerlo, el equipo de Mel ya mandaba en el marcador, aunque no ofrecía buenas sensaciones. Con Momo desaparecido y sin extremo derecho puro, el fútbol de ataque del Betis se resumía en una jugada de Emaná o una pillería de Rubén Castro. El Rayo estaba pero no estaba, porque Goitia no sufría, excepto en una acción que Delibasic pidió penalti de Iriney.

El resultado era exiguo y la imagen del Betis no se parecía mucho a la de las mejores tardes, pero pocos béticos tenían alguna duda de que la victoria se quedaría en Heliópolis. Y así fue. El partido quedó resuelto en diez minutos, con dos goles de Beñat y Rubén Castro, el anticipo a la fiesta que volvió a asomar por Heliópolis. Muy bien el canterano, que inició la jugada con un robo al ya veterano Movilla y demostró sus dotes en el golpeo de balón. Y magnífico el canario, un delantero que no perdona una ocasión y que apunta al pichichi de Segunda.

No se le queda atrás Emaná, que también hace honores para la causa. El camerunés redondeó la goleada con un penalti de genio, al estilo Panenka, sin ponerse nervioso y por el centro, la guinda a un partido sensacional. Cobeño se tiró a la derecha y no tuvo reparos en criticar a Emaná por lanzarlo de esa forma. La respuesta del bético fue clara: lo tiro así y se acabó. También tuvo el ex meta del Sevilla la opción de quedarse en el centro en ese lanzamiento, pero no lo hizo y tuvo que apechugar con las consecuencias. Como por ejemplo que el Betis sigue líder, muy líder, y directo hacia Primera.

Pique por tirar el penalti al estilo Panenka

El ex sevillista Cobeño recriminó a Emaná que lanzara el penalti a lo Panenka, pero el camerunés no se casa con nadie. La afición le recordó al portero del Rayo su pasado. El gol molestó al guardameta y todo quedó resuelto tras el partido. Ambos jugadores vieron la tarjeta amarilla por este rifirrafe.