Liga Adelante | Nástic 1 - Córdoba 1

Un penalti 'raro' le dio a Alcaraz un botín excesivo

El Nàstic mereció más ante un equipo que sólo defendió

INCOMPRENSIBLE. Nadie entendió la decisión del asistente, que fue el que señaló el penalti a favor del Córdoba en los últimos compases del encuentro jugado en el Nou Estadi.xavi jurio

Definitivamente, esta no va a ser la temporada del Nàstic. Si a sus gravísimos problemas para hacer un gol le añadimos un mal asistente (como el de ayer, por ejemplo), el cóctel puede resultar explosivo y, por ende, peligrosísimo.

Quizás la frase "nunca se consiguió tanto con tan poco" defina perfectamente lo que ayer ocurrió en el Nou Estadi. El Córdoba se llevó un punto de Tarragona con nocturnidad (minuto 84) y alevosía (gracias a un penalti rarito que no vio ni el árbitro: si eso se considera pena máxima, en cada partido deberían pitarse 25). Hasta ese momento, el Córdoba no había tirado ni una sola vez a portería. Ni una, leen bien, sí.

Pero es que Lucas Alcaraz dibujó un encuentro así. No dejó jugar al Nàstic, pero tampoco a su equipo, más preocupado de destruir que de pensar en jugar la pelota. Así las cosas, el peso del encuentro lo llevó el Nàstic. En ese sentido, fue una bendición que Miki fuera titular para aportar algo de luz a un centro del campo oscurecido por la batalla del centrocampismo más puro y duro. El primer acto discurrió con un Nàstic ofensivo y eléctrico al inicio, pero contagiado al final por el antifútbol de Lucas. Destacó (hasta su lesión) Delporte, cuyos centros desde la izquierda crearon el caos más absoluto en la zaga cordobesa. Y caótico fue también, cabe destacarlo, el partido de Sergio Díaz. Cometió errores impropios de un central de su categoría que, además, pudieron costar caros si el Córdoba hubiera estado por la labor de ir a buscar el partido desde el inicio.

Ya en la segunda parte, fue Powel quien le dio al Nàstic el puntito que le había faltado en la primera mitad. Fijó a Agus y Tena, de modo que Fuentes se quedaba sin ayudas cuando Álex Cruz le encaraba. Tuvo dos ocasiones clarísimas el Nàstic con este sistema. Pero no marcó. El gol llegó de estrategia: sirvió Miki y Mairata se elevó, remató y la fortuna echó el resto.

Se estiró el Córdoba buscando el empate, que encontró en ese penalti que transformó Luque. Al final 1-1: el Nàstic que sigue cayendo y Córdoba, poniendo lo mínimo en ataque, arañó un punto.

Una aficionada salió en camilla

Avanzada la primera mitad del encuentro, un balón dividido salió despedido hacia la grada, impactando en la cara de una espectadora. La mujer, que perdió la conciencia, tuvo que ser atendida por los servicios médicos de ambos equipos antes de salir en camilla del estadio.

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