Agné quiere reaccionar ante un serio aspirante

La tendencia en la que se encuentra el Girona necesita de un giro lo antes posible. El equipo tiene las constantes vitales adecuadas y no ha perdido la cara a los rivales, pero únicamente ha logrado un punto de los últimos quince en juego y el peso de la responsabilidad sólo se alivia con una victoria.

Precisamente su rival llega en un estado al que quiere acceder el conjunto rojiblanco. El Valladolid se reencontró con el triunfo la pasada jornada y espantó todas las dudas que pueden generar cuatro semanas sin conseguir ganar. Son vidas y luchas opuestas, pero el objetivo de ambos es el mismo; sumar. Los castellanos saben que en estadios como Montilivi es donde se acostumbra a escapar el ascenso y no quieren perder comba con el tren delantero.

Se espera una buena ayuda de la grada tras las inciativas del club, pero en el terreno las concesiones serán mínimas. Además, el técnico rojiblanco, Raúl Agné, no podrá disponer de hombres importantes, y de la buena cohesión del grupo dependerán las opciones del equipo ante un Valladolid que en ataque no necesita mucho para sacar petróleo. La pareja de centrales y el doble pivote del Girona, dos de los centros neurálgicos del equipo, sufrirán cambios por necesidad y el rápido acoplamiento de los que entren es inegociable.

Y aunque probablemente esté en el banquillo, uno de los nombres propios será el del delantero Antonio Calle, que vuelve al club en el que vivió una de sus experiencias más surrealistas pasándose medio año en blanco por los errores en su fichaje. Sin embargo, llegó a tiempo para estropearle la película a Agné cuando entrenaba al Recreativo.

Kiko Ratón regresará hoy a la titularidad

El delantero del Girona será la referencia en el ataque local, en un partido que se presume con pocas opciones de gol. Deberá estar fino, aunque se encontrará de cara con zagueros contrastados: Arzu y el catalán Marc Valiente, cedido por el Sevilla.