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Liga Adelante | Betis 2 - Girona 1

Ya gana como los grandes

El Betis remontó con dos goles de córner marcados por los centrales. Gran Beñat, el único no nervioso de los canteranos. Está líder a la espera del Rayo.

<b>GOL DE VICTORIA. </b>Roqué, que marcó el primero, y Rubén felicitaron así a Dorado por su tanto.
GOL DE VICTORIA. Roqué, que marcó el primero, y Rubén felicitaron así a Dorado por su tanto.

Ganó el Betis por sexta vez en ocho partidos, ayer con más trabajo y menos merecimiento que nunca. Venció para, a la espera de lo que haga el Rayo en Granada, ponerse primero como lo hacen los líderes de verdad, jugando igual o peor que el Girona y debiendo apelar a todos esos condimentos que Luis Aragonés denominó "el otro fútbol", tan necesarios en cualquier torneo y más en esta categoría de abuelos y compradores que es la Segunda. A saber: balón parado, rebote, pérdidas de tiempo, polémica arbitral y, esto no lo descubrió el Sabio, calidad de uno o más futbolistas que son o van para grandes. Aquí hablamos de Beñat, claro.

Disponía de coartada el equipo de La Palmera para hacer el peor partido que se le ha visto esta temporada. Faltaban Emaná, Sevilla, Belenguer y Roversio. Andaban Arzu y Molina en el kilómetro cero, sin jugar desde hace muchas semanas. Se echaba de menos en definitiva ese cuerpo de plantilla que Mel reclamó pero que sabe no va a obtener por mucho que 'llore'. El técnico madrileño se ha empeñado en crear piezas a las bravas, dándole galones a chicos que en algunos casos veían a años luz la élite.

De los 11 que el Betis sacó, cinco jugaban el año pasado en Segunda B. Entre ellos, Miki Roqué, cuyos minutos en sustitución de Roversio agradaron en Las Palmas, pero que no había jugado de titular. Aunque mejoró con los minutos e incluso hizo un gol, el catalán comenzó aturdido y por su lado derecho se produjeron los dos manos a mano de los que dispuso el Girona en el primer tiempo, uno de Despotovic y otro con el que Moha hizo el 0-1 (41'). El marroquí, una pesadilla en la izquierda y por el centro, fue el mejor de su equipo, hay que ver la que lía cuando tiene enfrente el Betis. Nunca le vigiló entre líneas Cañas, que pareció tan nervioso como la otra vez que entró en el once bético, Albacete. Al sobrino de Juanjo se le agradece el derroche, pero cuando uno pretende estar en muchos sitios acaba por no aparecer en ninguno. Mel le sustituyó en el descanso, como a Ezequiel, también muy alocada la perla verdiblanca. Deberá racionarle el técnico hasta que se tranquilice.

Omnipresente.

Quien no necesita váliums, pues en poco o nada se ha hecho jefe de este Betis, es Beñat. Le ha tocado la lotería a Mel en forma de futbolista, qué pelotero. Aún le faltan fuelle y minutos, pero le sobran calidad y tempo. Acaba de renovar el mediocentro vasco y de los pelos se tirarán aquellos clubes que no aprovecharon el tira y afloja de su negociación con la directiva verdiblanca y decidieron apostar por él fuerte para el próximo mes de junio. Yendo de menos a más (Juande le ayudó en la creación más que Cañas), de las botas de Beñat salió la animosidad sin ocasiones claras que tuvo el Betis en la primera mitad y el arreón de furia y buena estrategia con el que los verdiblancos remontaron en el segundo tiempo. Botó Beñat cinco córners, todos con picardía y sentido, y en dos de ellos intervinieron los únicos futbolistas altos de los locales. En el 1-1 (54'), Jorge Molina fijó a los centrales Y Roqué conectó un cabezazo que Santamaría no pudo parar. En el 2-1, Molina, de nuevo, estorbó, Santamaría salió a por uvas y al rebote de la jugada esperó otro central, Dorado, para marcar su segundo gol de la campaña (69'). Muy bien otra vez el cordobés, cacique de este Betis y posiblemente el defensa de más entidad de toda la Segunda.

Protestaron los visitantes falta al portero, el entrenador Agné acabó expulsado, hubo tángana pero el tanto subiría al marcador, que no volvió a moverse. No parecía el Betis para alegrías y sí para más sufrimientos, porque las 13 barras siguen y seguirán ahí. Pero, salvo un mano a mano claro (pase de Beñat, cómo no) que falló Momo, los elementos se pusieron de parte bética en un gol bien anulado a Kiko Ratón y en alguna otra internada de Jandro y Peragón, asistidos por Tébar. Goitia, esta vez, esperó y paró en su sitio. Porque el Betis de Mel, incluso plagado de canteranos, no da dos veces la de arena.