El Girona se enfrenta al Nàstic y su nerviosismo

Partido trampa en el Nou Estadi. Nàstic y Girona se dan cita para espantar los fantasmas del pasado y consolidar de una vez por todas unos modelos que han recorrido caminos asimétricos. Los granas todavía no conocen la victoria en competición oficial (cayeron ante Las Palmas en Liga y ante Xerez, en Copa), mientras que los gerundenses ya suman tres puntos en su casillero (triunfo ante el Tenerife) y los penaltis fueron decisivos para apearlos de la Copa del Rey.

Para el Nàstic, la visita del Girona se convierte en algo más que un derbi. El nuevo proyecto empieza a demandar resultados. En Tarragona tienen la necesidad de salir deprisa y cuanto antes del bucle que supone hacer camino sin poder celebrar un triunfo. Por contra, el Girona, confiado en una base sólida de jugadores en la que Jandro se ha erigido como el principal estandarte, planteará un encuentro para asfixiar el 4-3-3 con el que sueña Luis César.

Para eso, Ángel y Dorca deberán secar a Morán. El veterano medio tendrá la obligación de hacer resurgir de sus cenizas a un conjunto en el que las caras nuevas todavía no se han adaptado. Todo cambio necesita su tiempo, pero también confianza y la del Nàstic empieza a crear dudas, pequeñas, pero existentes en el ambiente. Agné, en cambio, lo tiene claro. No hay grandes estrellas, pero sí un bloque revalorizado, que no es otra cosa que su principal aval.

El Nàstic se juega esta tarde algo más que tres puntos: la credibilidad del nuevo proyecto ante la solvencia de los blanquirojos.

Luis César

"Queremos reivindicarnos y sumar los tres puntos. El equipo, la afición y el club necesita una alegría para afrontar las siguientes

semanas con unas sensaciones diferentes".

Raúl Agné

"Hemos tenido una semana muy tranquila después de ganar y queremos sacar otros tres puntos, sabemos que será complicado pero a ver si somos capaces de acostumbrarnos a ganar".