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Liga BBVA | Real Sociedad

Quitar las pistas de Anoeta es más factible que nunca

El Ayuntamiento da su apoyo con un concurso público

<b>REMODELACIÓN. </b>Anoeta podría perder en breve su pista de atletismo acercando las gradas al terreno de juego.

La ansiada remodelación del estadio Anoeta está más cerca que nunca de convertirse en realidad. El gran deseo de todos los seguidores realistas y el proyecto frustrado de los últimos presidentes txuri-urdin es ahora más viable que nunca, después de que tanto la Real como el propio Ayuntamiento de San Sebastián hayan sentado unas bases totalmente firmes para que las pistas de atletismo de Anoeta puedan por fin pasar a la historia en los próximos años.

El proyecto, que no hace mucho parecía una quimera, ha dado un vuelco en menos de una semana. Primero fue Jokin Aperribay, quien hace apenas cinco días, abrió de par en par las puertas a la posibilidad de remodelar Anoeta en un espacio de tiempo relativamente corto. "Se trataría de una remodelación amplísima y muy compleja, dada la rigidez estructural de Anoeta. Realmente no se trataría de quitar las pistas, sino de acercar las gradas y lo haríamos en cuatro fases; primero, los dos fondos, y después, las dos tribunas. De forma obligada, porque no hay otra opción, se apoyaría en cuatro torres que darían base a la ampliación, y nuestra idea es que sean explotadas por las instituciones que financien el proyecto, del que la Real se haría cargo del 25% y se quedaría con una torre", explicó el presidente de la Real, que, eso sí, vinculaba estríctamente la remodelación a que la Candidatura Ibérica fuese elegida para organizar el Mundial de 2018 o de 2022, y a que, después, San Sebastián fuese una de sus sedes.

Este mismo lunes, el alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, dio un paso más, muy importante, porque ya no vinculaba la consecución del proyecto a la celebración del Mundial 2018, aunque sí hablaba de que era una buena oportunidad. La propuesta del consistorio donostiarra consistía en sacar a concurso público toda la obra del nuevo Anoeta a cambio de ceder al adjudicatario las cuatro torres a las que hacía alusión Aperribay (de 3.500 metros cuadrados cada una) y que serán la base de la nueva cubierta con la que se ampliaría el estadio, así como los derechos de explotación del campo durante los próximos 30 años, aunque asegurando el uso del nuevo campo al club realista a través de un arrendamiento. El Ayuntamiento también se compromete a redactar el necesario expediente de modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), algo que no suele ser habitual.