El 'show' de Jandro

Ni en los sueños más húmedos de los aficionados del Girona entraba una victoria de su conjunto ante un aspirante al ascenso, y aún menos por un tan contundente 4-2. Y viendo cómo transcurrieron los 90 minutos, más. El Tenerife dominó, se hartó de triangular, de buscar la mejor ocpción pero le faltó último pase, pegada y, sobre todo, blindar su defensa. El Girona no llegó tanto como para haberle endosado cuatro goles al conjunto chicharrero. Eso sí, llegó con acierto, en momentos clave y tuvo a un hombre inspirado, Jandro. Marcó dos goles y ejerció de jefe cuando más le necesitaron.

Fue precisamente Jandro quien adelantó el Girona desde el punto de penalty a los 10 minutos. El Tenerife había estado ejerciendo un dominio territorial pero sin ese instinto asesino que se le presupone a un conjunto con el arsenal ofensivo que atesora. El gol espoleó algo su transición ofensiva y se empezó a ver que el Girona sufriría de lo lindo. Nino empataba la contienda en el 37' enviando al fondo de la red un balón que controló con cierta tranquilidad en la frontal del área.

El gol hacía algo de justícia al balance de méritos pero el equilibrio sólo duró seis minutos. Una contra en la que el balón pasó por los pies de hasta cuatro jugadores la hizo buena otra vez Jandro con un toque perfecto para enviar el balón al fondo de las mallas. Aún así, se hubiera podido llegar al descanso con tablas si Mallo no hubiera desviado a córner un tiro de Nino que buscaba la escuadra.

No pudo, en cambio, atajar un disparo que pegó en Serra a los 2 minutos de la reanudación. Arconada ya había movido ficha dando entrada a Julio Álvarez para buscar más profundidad por la banda izquierda y el domino se tornó en asedio. Duró casi veinte minutos. Los pases, las paredes, las triangulaciones eran una constante; casi tanto como los errores clamorosos de Natalio (51') o Nino (71') cerca del área chica o los desviados trallados de un Antonio Hidalgo que llegaba con comodidad a una frontal demasiado deshabitada para los intereses del Girona.

Pero cuando Montilivi se preparaba para sufrir, como tantas otras tardes en Girona, llegaron dos fogonazos. Kiko Ratón remató de cabeza un córner botado por Chechu y puso en franquícia a su equipo a los 73 minutos. Pese a que raramente ocurra en un partido, el siguiente gol llegó apenas había sacado el Tenerife desde el medio del campo. Unos segundos después, un gran error defensivo dejaba el 4-2 en franquícia a Peragón. Unos pocos minutos después Kiko Ratón estuvo a punto de redondear la tarde con otra diana pero perdonó el 5-2 casi al final. Ya no hubo tiempo para más en la tarde de ayer, pero Montilivi se prepara para algo grande.