Mourinho

"Yo habría ofrecido a Guardiola diez años"

"La gente espera de él una declaración grandilocuente, una descalificación, una explicación arrogante...", dice Juan Cruz. "Aunque esa es la imagen que trasciende, ese no es ni mucho menos el único José Mourinho; ese es el traje que se le ha hecho". Este es un extracto de la entrevista en 'EPS'.

Dijo de usted Robson, por su trabajo, que tenía "el par de ojos más extraordinario que había conocido nunca".

Es un gran elogio. Pero lo que yo les digo a los que ahora trabajan para mí es que es importante ver bien, pero aún más importante es que la información llegue muy bien a quien la recibe. Una cosa es un asistente que está en la tribuna, que está delante del ordenador o del televisor viendo diez veces un partido, y otra la capacidad de hacer una lectura bajo la presión. Eso es lo que marca la diferencia entre un asistente muy bueno que se transforma en un primer entrenador no muy bueno. Cuando por primera vez me senté como entrenador me sentí en mi hábitat.

¿Qué aprendió de su padre?

La honestidad. Lo más importante de un entrenador, y quizá de un hombre. Yo cometeré errores en mis decisiones, en los análisis, pero guardaré el máximo de honestidad con mis jugadores. Nunca les llegará una decisión o crítica mía por boca de otra persona. Una de las cosas que quiero explicar a mis jugadores es que quiero tener una relación bilateral. No quiero intermediarios. No quiero que un jugador declare a la prensa que le gustaría saber por qué no juega. Tampoco quiero decirle a la prensa por qué razón ese futbolista no juega; se lo diré a él.

¿Cómo domina los egos de los futbolistas?

He vivido un ambiente de fútbol toda mi vida, y recuerdo a mi padre hablar de esto. Ver a un futbolista con un libro en las manos era excepcional. Entonces jugaban a las cartas. Ahora el futbolista es muchísimo más instruido. Cuarenta años atrás un entrenador con dos dedos de inteligencia y dos dedos de cultura tenía un dominio intelectual y cultural sobre sus futbolistas.

Está también la mujer del jugador...

La mujer del jugador ya estaba antes, quizá con un perfil diferente, pero ya existía...

¿Y cómo han cambiado los egos de los futbolistas?

Hoy un jugador es muy orgulloso en el sentido positivo. Cuando llega a un determinado nivel ya no piensa en su futuro, me refiero al económico. Hablo por mí mismo. Si no trabajo más mis hijos no tendrán problemas, y si mis hijos son inteligentes mis nietos tampoco. ¿Por qué trabajo? Quiero estar bien conmigo mismo. Quiero hacer historia. Dentro de cincuenta años seguiré estando en la historia del Oporto, del Chelsea, del Inter... Si no fuera por esto un día te levantarías de la cama y dirías: "Basta". Nunca diré basta.

¿Cómo ve los sistemas que dominan hoy en el fútbol?

Una vez dije algo que quizá pasó desapercibido en cuartos de Champions entre Barça y Chelsea: "Este Chelsea es campeón de Inglaterra, y si jugara la Liga no la ganaría. Como el Barça no ganaría la Premier. La construcción de los equipos debe realizarse de acuerdo con la cultura. Es imposible que un técnico llegue a un país y diga: "Este es mi sistema, mi filosofía de juego". Si un día Pep va a Inglaterra o a Italia quiero ver si su equipo juega como el Barcelona... Yo respetaré en el Madrid el aspecto cultural.

¿Qué hará en el Madrid?

Tengo obsesión por jugar un fútbol ofensivo y atractivo... Pero no quiero un Real Madrid bajando con cinco a defender y atacando con otros cinco.

Es lo que dice Guardiola de su propio equipo. Algo habrá aprendido de usted cuando coincidieron en el Nou Camp...

No, no. Guardiola no aprendió de mí. Guardiola tiene una formación de cultura de club de toda la vida. Ha estado un año en Brescia, Italia, y otro en Qatar (donde seguramente jugaba más al golf, que le gusta mucho), pero su vida es el Barça. Pep es el entrenador perfecto para el Barça. Es catalán, es culé, nació allí, en la Masía, es amigo de Cruyff, hay aficionados con mucho amor por él. Cuando nombraron presidente a Rosell y le ofreció seis años de contrato..., ¡yo le hubiera ofrecido diez!

¿El entrenador tiene que ser un aficionado al equipo que entrena?

No. ¡Pero ahora no hay ningún madridista que quiera más al Madrid que yo!

¿Qué piensa cuando dicen de usted que es irritable?

No leo mucho lo que se dice de mí. Es una protección para mi estabilidad. El fútbol me ha dado tantas cosas buenas que tiene todo el derecho a darme alguna mala.

¿Cuál es la mala?

La mala es que he perdido totalmente mi privacidad.

¿Le molestó algo que se dijera de usted?

Las mentiras. Fuera del fútbol soy un hombre totalmente distinto. Si en el fútbol lo arriesgo todo, soy arriesgado en la forma de liderar, si arriesgo en la manera de comunicar, de gestionar mi relación con la prensa..., arriesgaré mucho con el equipo, ya lo verán... En mi vida personal, sin embargo, soy exactamente lo contrario: riesgo cero, perfil bajo, inversiones económicas, cero. Riesgo con mis euros, cero. Soy un hombre de perfil bajo, no me gusta la vida social, nada... Y odio la mentira.

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