Transbordo en Tarragona

Obsesionados con la primera jornada de Liga. Así afrontan el último encuentro de pretemporada Nàstic y Espanyol, dos proyectos contrarios: un equipo que nace -el de Luis César- y otro que está obligado a crecer. Ese afán de los técnicos por caminar entre algodones en este encuentro le puede restar cierto atractivo, aunque hay ingredientes para el morbo.

Los locales no renunciarán a ese 4-3-3 inusual en Segunda. Un esquema abierto, de transiciones cortas y juego combinativo choca con la propuesta perica, más hermética, agresiva y de juego matemático. El Espanyol no ataca tirando los dados, sino que intenta tirar de automatismos. En esa selva de conceptos se dirimirá un partido entre dos equipos a los que le falta el picante: marcar goles.

De eso, precisamente, se encarga en el lado grana Eloy, ex jugador de la Gramenet que ya ha logrado ganarse una ficha en el primer equipo. Pero el hombre del partido en el banda local es Miki. El futbolista, que salió de la cantera perica y llegó a debutar con el primer equipo en Villarreal (2006), se encargará de manejar el juego de los de Luis César.

Si el Nàstic se está cociendo a fuego lento, el Espanyol necesita una ebullición fuerte, que le transmita ilusión a sus aficionados. Pochettino se llevó a los 23 disponibles con la intención de que Jesús Dátolo -lesionado desde el 17 de julio- pueda disputar los primeros minutos como blanquiazul. El técnico no forzará a los tocados, como Víctor Ruiz o Cristian.

El tren de la pretemporada se detiene en Tarragona para dos equipos de la otra Cataluña. Es momento de transbordo. Luego toca subirse a un AVE que no se parará hasta junio. Hay que estar preparados.

4-0: sólo siguen tres pericos y un nastiquero

El último precedente entre el Nàstic y Espanyol en un encuentro oficial se produjo el 30 de enero de 2007, fecha de infausto recuerdo para los pericos y de mágica vivencia para las 12.000 almas que gozaron de la mayor goleada nastiquera aquella temporada (4-0). En una primera parte de película, los pupilos de Paco Flores -colistas en la tabla- le metieron cuatro tantos a un frágil conjunto de Ernesto Valverde. Javi Portillo, Alejandro Campano, César Navas y Antonio Pinilla fueron los autores de una de las mejores tardes en el Nou Estadi. Pero ambas plantillas han cambiado de cuerpo. Sólo queda Rubén Pérez en el bando tarraconense (aquel día estaba en el banquillo) y por parte perica, Carlos Kameni, Luis García y Javi Chica. También jugó Iván de la Peña, pero lo verá desde Barcelona.