El Villa de Madrid, historia de un torneo arrinconado

El Atlético jugará el miércoles el trofeo Colombino, otro de los más prestigiosos del verano futbolístico. Ya disputó el Carranza, otro grande. Pero, ¿qué fue de nuestro trofeo, el Villa de Madrid? La afición del Atlético espera verano tras verano que el trofeo que organizaba el club rojiblanco vuelva a celebrarse. En vano. El Villa de Madrid no era un trofeo cualquiera. Los aficionados del Atlético estábamos deseando que llegara este torneo para ver en acción a los nuevos fichajes y siempre había un increíble ambiente de fútbol. Ya podías estar en la capital o fuera de Madrid que siempre había un hueco para ir al Calderón. Era el trofeo con más solera de la ciudad y el que llevaba el nombre de Madrid, para orgullo de los seguidores rojiblancos.

Me da envidia el interés que se toman otros clubes por defender lo suyo. Es cierto que hay pocas fechas y que apenas hay huecos en el calendario, pero los demás remueven Roma con Santiago por respetar sus tradiciones y su historia. Y los otros tienen el calendario incluso más cargado que el nuestro. El Barcelona, por ejemplo, ha llegado a disputar el Gamper en un parón liguero. El Real Madrid conjuga fechas y rivales, pero no deja morir su torneo. Y en Primera, sólo Bilbao, Zaragoza, Real Sociedad y Málaga no tienen un partido de presentación ante su afición. El Sevilla tiene la previa de la Champions y Getafe y Villarreal partidos de Europa League. El Atlético quería que el encuentro fuera ante el Liverpool, el 8 de agosto, como devolución de la visita que el equipo rojiblanco hizo a Anfield el verano pasado. Al final hubo problemas con el club inglés, pero se podía haber intentado con otros. La afición no pide al mejor club. Pide sensibilidad e identificarse con lo suyo. Y es cierto que en años anteriores el Atlético jugó también previas de Champions e incluso la Intertoto, pero hubo otros años en los que el club no estuvo a ese nivel y tampoco se disputó el torneo.

El Villa de Madrid se fundó en el año 1973 y se jugó hasta 2003, en el partido ante Boca que sirvió para que Perea recalara en el Manzanares. Ese año, además, fue un torneo especial, ya que coincidió con el Centenario del club. Jesús Gil siguió con la tradición y con el torneo, que se fundó bajo la presidencia de Vicente Calderón. En 1999 y 2001 no se disputó, pero Gil no le dejó morir. Precisamente el final del torneo coincide con el fallecimiento del ex presidente. Se le podían discutir muchas cosas, pero no la de pelear y defender a muerte los intereses del club. Incluso mi amigo Julián del Casar, presidente de la Asociación de peñas del Atlético, asiente. El sentir general de la afición y de las peñas es que nunca más se volverá a presenciar un Villa de Madrid, torneo que jugaron los mejores clubes del mundo. Además de los ganadores, vinieron el Ajax, Inter, Estrella Roja, Vasco da Gama... Pero, sobre todo, el torneo era una fiesta. La sensación es que en algunas cosas cualquier tiempo pasado fue mejor.