Subir al podio es ahora el objetivo de la celeste uruguaya

Superado el tropiezo ante Holanda en la semifinal, Uruguay ya ha puesto su mente en el podio con la preparación del partido por el tercer puesto que disputará el sábado.

Para la lucha por su objetivo la celeste tiene argumentos: desde el buen papel en este Mundial, a la condición de mejor equipo sudamericano en el torneo, pasando por mejorar sus registros más recientes. Dos veces campeona del mundo (1930 y 1950), Uruguay acabó cuarta en 1954 y 1970. La tercera posición sería, pues, su mejor resultado de la época actual.

En los primeros seis partidos del torneo, la selección de Tabárez ha tenido algunos contratiempos, casi todos ellos concentrados en el de Holanda, en el que no pudieron jugar Diego Lugano, renqueante del golpe que le hizo retirarse ante Ghana, ni Jorge Fucile y Luis Suárez, ambos sancionados. El técnico recupera a los dos, pero está a la espera de saber el alcance de los problemas físicos de Forlán, que jugó contra Holanda minado por un fuerte dolor en el tendón de Aquiles derecho. El atlético, junto con Luis Suárez, personifica el poderío ofensivo uruguayo. Entre ambos han logrado siete de los nueve goles uruguayos.

Ayer, los celestes volvieron al entrenamiento convencidos de las palabras del Loco Abréu: "Queremos ser terceros; algo por lo que muchos lo darían todo".

El país está feliz con su equipo

Todo el país está satisfecho con lo logrado ya por su selección. Y aún puede ser tercera. Hasta el presidente José Mújica reconocía que, pese a la derrota ante Holanda, la actuación era muy meritoria: "Nos tocó perder, pero con mucha dignidad. Estamos bárbaros", comentó el presidente de un país de 3,3 millones de habitantes que están disfrutando de lo lindo con su equipo.