Mundial 2010 | Holanda 2 - Eslovaquia 1

Con Robben, a cuartos

Fue titular e inició la victoria. Eslovaquia, sin acierto

Miguel Á. Vasco
ALEGRÍA EN EL 2-0. Kuyt levanta a Sneijder, después de que el jugador del Liverpool le diera el pase al del Inter para que éste marcara.

A Van Marwijk le invadió el sentido común, se decidió por alinear, acertadamente, a Robben como titular y Holanda cumplió el pronóstico. Ganó a Eslovaquia con relativa solvencia y está ya en cuartos, donde se enfrentará a Brasil.

El extremo del Bayern Múnich volvió a ser decisivo, como en los 20 minutos que jugó ante Camerún, en su debut en el Mundial, e igual que en la Bundesliga y en la Champions, hasta que se topó en el Bernabéu con el Inter. Jugó a banda cambiada, en la derecha, y en la primera escapada que le permitió el lateral Zabavnik la lió. Sneijder, otra vez el mejor de Holanda, a pesar de que la FIFA le dio a Robben el galardón de jugador del partido (debería haber sido ex aequo), le envió, con la precisión de un quarterback, el balón a larga distancia, Robben galopó con el Jabulani pegado a la bota izquierda e hizo la jugada que más le gusta: recorte hacia dentro, conducción hasta línea de tiro y latigazo. 1-0.

Hasta ese minuto 18, Eslovaquia quizás había mostrado más soltura en el juego. De hecho, el primer aviso de peligro lo dio al minuto y medio Jendrisek, pero su derechazo se marchó por encima del larguero. Se notaba que la presión por su favoritismo bloqueaba a Holanda. Sin embargo, el 1-0 fue un sedante para Eslovaquia. La selección entrenada por Weiss se desinfló y la oranje empezó a crecer, liderado por la eficaz batuta de Sneijder. El centrocampista del Inter no sólo volvió a demostrar clarividencia y criterio en la creación de fútbol, además su asociación con Robben les hacen ser una pareja eficiente; y, además, lo rubricó con el segundo gol de Holanda y propio en el Mundial.

Mucha, clave. El apogeo ofensivo de Holanda llegó tras el descanso. Dos oportunidades consecutivas oranjes pudieron sentenciar mucho antes el partido. La primera, en el 49', con Robben otra vez como protagonista y con el mismo desarrollo que en el gol, pero esta vez el portero Mucha desvió con la manopla el balón, que iba camino del fondo de la portería. La segunda, un minuto después, y se plasmó en un disparo a bocajarro del central Mathijsen que hizo lucirse, de nuevo, al portero eslovaco. Parece que el Everton ha acertado en su fichaje.

Holanda daba sensación de dominador del encuentro. Su juego no era brillante, pero sí firme. Hasta que apareció el espíritu competitivo de Eslovaquia. Ése que demostró ante Italia y que le llevó a la victoria. Del hipotético 3-1 se pasó a que los eslovacos empezaran a encontrar debilidades en la defensa holandesa, que las tiene. Sin embargo, todo el acierto que tuvo Vittek ante la azzurra (marcó dos goles) le faltó ayer. Después de que Sneijder sentenciara la eliminatoria a 10 minutos de la conclusión, el corpulento delantero del Ankaragucu sólo pudo batir a Stekelenburg en un penalti, demasiado riguroso, que sirvió de epílogo al encuentro.

No hubo sorpresa, tampoco Eslovaquia hizo mucho porque la hubiese y volviera a saltar la banca en las casas de apuestas. Holanda sigue empeñada en llegar lejos, algo que no logra desde Francia 98, cuando se plantó en semifinales.

Vittek engañó a Undiano

Eslovaquia marcó su gol tras un penalti enmascarado. Con Undiano encima de la jugada, el delantero del Ankaragucu sintió el contacto del portero Stekelenburg, arrastró la pierna y se dejó caer.

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