Liga Adelante | Cartagena 0 - Hércules 0

El Hércules, a 180 minutos del sueño

La derrota granota le hizo 'reservón'. Etxeita envió un balón al larguero. Los de Esteban dependen de sí mismos. Y el Cartagena de varias carambolas

José A. Vera
PULMÓN. Tiago Gomes conduce un balón mientras es perseguido por De Lucas.

El Hércules, salvo que el Levante golee de forma escandalosa al Castellón la próxima jornada, está a sólo 180 minutos de Primera. Por delante tendrá partidos duros ante Rayo y Real Unión -equipo al que deberá estar eternamente agradecido Enrique Ortiz por ganar a los granota y permitir que un empate en Cartagena también valiese para que su superproyecto no se fuera al garete, de momento...-, pero al menos ya depende única y exclusivamente de sí mismo. Sin esperar a nadie. Todo lo contrario que el Cartagena, que quemaba su última bala para colocarse en la ventajosa posición de la que ahora presume el Hércules... No está todo dicho, es evidente, pero el destino ya va cogiendo un color bonito en la ciudad de la luz. No se puede decir lo mismo en Cartagena.

La tarde se ponía de cara para ambos. Porque debía pinchar el Levante, y lo hizo. Pero demasiado para los intereses albinegros. A ojos del Hércules, perfecto. Ahora, antes de saltar al Cartagonova, ya sabían los de Esteban que el empate también valía para acariciar el sueño de Primera. De ahí que el Hércules no tomara riesgos innecesarios, había que aguantar atrás y fiarlo todo a la calidad de sus hombres de banda. Sendoa y Tote (que reclamó un penalti) campaban a sus anchas, y cuando el Cartagena supo taparles tomó el mando Tiago Gomes. Toché y sus compañeros de ataque pasaban desapercibidos y a los locales no se les veía tan cómodos como de costumbre ni tampoco con ese dominio de balón que les caracteriza.

Tras el descanso, se vio al Cartagena con más intensidad y a los cinco minutos una falta lateral acabó con testarazo de Etxeita al larguero. Juan Ignacio debió creerse Al Pacino en su magnífico discurso en 'Un domingo cualquiera'. Pulgada a pulgada... una más abajo y habría sido el 1-0. Pero no. El destino volvía a jugar una mala pasada a los que visten de albinegro. El empate seguía dejando al Hércules con un cuerpo de ventaja en la carrera por el ascenso. De ahí que su fútbol se hiciese más conformista por momentos. El Cartagena se jugaba la temporada en menos de media hora.

A tumba abierta. Juan Ignacio hizo saltar al campo a Longás para que encontrara los huecos precisos, y también a Quintero y Balboa para que rompieran por las bandas. Pero tampoco así. El partido se volvió fulgurante y el Cartagena, por medio de Toché, Quintero y De Lucas (su lanzamiento cruzado se marchó cerca de la escuadra) agotaba el poco oxígeno que le quedaba como claro candidato a Primera. Lo sigue siendo, de no ser porque para ello debe esperar milagros. El Hércules pudo matar el partido con varias contras de Danciu. El rumano creó peligro junto a Delibasic (mucho más peligros que Portillo), pero lo importante era dejar el marco a cero y Rodríguez hizo un partido casi perfecto. La suerte parece echada, pero cosas más raras se han visto en el mundo del fútbol. Serán 180 minutos de infarto...

Lo más visto

Más noticias