Selección | Análisis de Pedro

De La Masía al Mundial

El 2 - Cuando Del Bosque se planteó ser justo en la lista del Mundial, en este paquete incluía a Pedro Rodríguez. El delantero del Barça nunca defendió la Roja, pero irá a Sudáfrica a comerse el mundo. Su temporada ha sido soberbia, tutelado por Guardiola.

En agosto de 2004 los ojeadores del Barça no podían creer lo que veían en el Torneo de Adeje: un chaval de 1,64 desbordaba como una centella, la pegaba con las dos piernas y tenía un desparpajo insólito. Le llamaban Pedrito. Sin más, le metieron con 17 años en La Masía. Casi seis años después, madurado por su padrino en el fútbol base azulgrana, Juan Carlos Rojo, y pulido y abrillantado por Guardiola, entra en la lista de España para el Mundial, sin haber vestido nunca la Roja. Es como un cuento de hadas.

Pero un cuento con fundamento, con un protagonista que ya no se llama Pedrito, sino Pedro, 'Pedro el Grande' le dicen en Barcelona. El único futbolista que ha hecho al menos un gol en seis competiciones en una temporada, la 2009. Guardiola le salvó de una cesión al Portuense en 2008, aconsejado por Rojo, y la respuesta del chicharrero ha sido en dos años fulminante.

Humildad.

Pedro jamás se acomplejó entre los Messi, Etoo, Xavi, Iniesta y compañía. Se hizo un sitio con humildad y trabajo, amparado por la confianza de Guardiola, para convertirse en un delantero demoledor: rápido, desborda con las dos piernas, pelea, hace bicicletas, defiende... Un punzón que meterá veneno en Sudáfrica a la Roja, añadido a la electricidad de Navas y el remate mortal de Villa y Torres. No se achicará nunca, seguro, porque ya reúne suficiente experiencia internacional.

Del Bosque dijo que sería "justo" en su lista y lo fue con Pedro. Su campaña mereció este premio, trayendo aire fresco a España, con fútbol vertical, rápido y decidido. Y además, colecciona títulos.

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