El Córdoba hunde un poco más al Nàstic

El Córdoba se llevó los tres puntos del Nou Estadi tras imponerse al Nàstic por 0-2, en un partido en el que los locales apenas crearon ocasiones de gol y que el equipo andaluz controló con bastante comodidad.

Trece minutos tardó en llegar el primer disparo a puerta. Fue un cabezazo de José Mari que Navas detuvo sin problemas.

Hasta entonces, el fútbol fue soporífero. El dominio del balón era alterno, con mucho centrocampismo y pocas combinaciones. Y es que el balón estuvo durante el primer cuarto de hora más tiempo en el aire que sobre el césped. Eso sí, el Córdoba también tuvo tiempo para reclamar un posible penalti sobre Pepe Díaz.

En ese instante, el partido empezó a tener algo de color en forma de juego y ambos equipos empezaron a trenzar las primeras jugadas. El Nàstic no podía hacerse con el control y era el Córdoba el que dominaba y creaba peligro. Arteaga tuvo una buena oportunidad desde fuera del área pero se le fue desviado. El mismo Arteaga tuvo, dos minutos después, una clarísima ocasión desde la frontal que salió lamiendo el palo, y poco después Carpintero envió a la madera un remate a bocajarro.

Tanto fue el cántaro a la fuente que era previsible lo que finalmente pasó. Tras una jugada por la izquierda, Pepe Díaz aprovechó una dejada, y que estaba completamente sólo, para marcar de cabeza el primer tanto (0-1). El gol no cambió el panorama y el Córdoba siguió dominando, sin dejar opciones al conjunto local, cada vez más nervioso.

La reacción del Nàstic no llegó hasta los treinta y siete minutos, con un balón colgado al área que José Mari cabeceó hacia atrás provocando que Navas tuviera que lucirse para desviar a córner. La jugada espoleó al Nàstic de forma leve, pero suficiente como para que el balón rondase más la portería contraria. Aun así el equipo de Luis César no creó apenas peligro de gol.

No varió demasiado el panorama en el inicio de la segunda mitad. De hecho fue Arteaga el que pudo mover de nuevo el marcador, con un disparo seco que se fue fuera.

El Nàstic seguía dormido y sin reaccionar. Poco a poco, los de Luis César se fueron estirando pero el Córdoba no daba tregua. Vega tuvo en una contra la ocasión de ampliar el marcador, pero Rubén detuvo con seguridad. El Nàstic se volcó hacia la portería de Navas, con ímpetu y ganas, generando ocasiones a base de garra. Con eso, consiguió poner al público a su favor, creando la comunión perfecta para remontar el partido. Pero cuando todo indicaba que el empate estaba cerca llegó el mazazo para los locales. José Vega empaló el balón en la frontal tras un rechace y, tras tocar en un defensa, se coló en la puerta de Rubén (0-2).

El Nàstic intentó reaccionar y José Mari obligó a Navas a meter una mano impresionante cuando se cantaba el gol, tras el remate de cabeza del andaluz. Los locales lo siguieron intentando hasta el final pero la falta de remate acabó pasando factura.