Liga Adelante | Cartagena 4 - Cádiz 1

Resurrección albinegra

El Cádiz perdonó el 0-2 y en 23 minutos recibió 4 goles.

José A. Vera
REPORTAJE GRÁFICO: PEPE VALERO

El Cartagena no certificó el ascenso a Primera, pero sí que salvó una noche en la que podía empezar a perderlo. Uno de esos partidos que te frenan, te llenan de dudas y dan vida a tus perseguidores. El Cádiz cumplía todos esos requisitos, al principio de la segunda mitad ganaba 0-1 y Toedtli y López Silva perdonaban dos ocasiones claras para el 0-2, un resultado que habría dejado a los amarillos fuera del descenso, con la moral por las nubes... Pero en Segunda, quien perdona lo paga, y más si enfrente está un Cartagena herido por la derrota ante el Betis y sabedor de que era la noche perfecta y el momento perfecto para dar un golpe en la mesa, para levantar su propia moral y, de paso, meterle algo de miedo a Hércules, la Real Sociedad y un Betis que aún no ha ganado en Irún.

El Cádiz debe llorar amargamente. Hizo lo más difícil, hacer el 0-1 y sin desgaste. A los seis minutos una falta frontal fue botada de maravilla por Abraham. Parábola perfecta, imposible para Rubén. Tocaba mantener la renta y matar a la contra. La brillantez de los de Espárrago duró muy poco, el tiempo que tardaron en darse cuenta de que el Cartagena les estaba arriconando. Casilla mostraba seguridad y el entramado defensivo funcionaba a la perfección. Era cuestión de esperar una contra para matarles. Ésta no llegó, y tampoco antes del descanso se vio el empate del Cartagena. Toché bregaba, Balboa y De Lucas, de forma intentaban colarse por las bandas y el talentoso Longás se iba arrancando poco a poco. Pero no había tiempo para esperar. Descanso.

Víctor reventó la noche.

Fue entrar Víctor y el panorama cambió. En las primeras jugadas ya se veía que, al menos en ataque, el Cartagena era otro. Sus compañeros se vinieron arriba y en un par de ocasiones Toedtli y López Silva metieron en apuros a la zaga local. El 0-2 se palpaba en el ambiente... pero no llegó.

Tampoco era justo que el Cartagena, con todo lo que achuchaba, se fuera de vacío. En un córner botado por Víctor, Etxeita (muy mejorado ayer) cabeceó algo escorado y Toché, en el segundo palo y con rebote incluido firmó el empate. El Cartagonova se puso en pie y con ello se dio por inaugurada la 'Noche de Oro' cartagenera: 23 minutos en los que los goles caían por todos lados. Y el 2-1, espectacular, con el menudo Víctor marcando los tiempos en el aire y firmando un cabezazo 'a lo Santillana'. El Cádiz se estiró, metió en el campo a Tristán y Bogunovic, pero todos los días no son Navidad y no se pueden levantar partidos como el de hace seis días. Los de Juan Ignacio aprovecharon la tesitura y recuperaron su mejor fútbol, sin ataduras, con juego vistoso y peligro por las alas. Así llegaron los últimos goles, tantos que devolvieron al Cádiz a la cruda realidad y que mantienen al Cartagena en esa nube de la que, de momento y aunque sólo sea por esos 23 minutos, no merece bajarse. Ahora, a oír Carrusel Deportivo y ver qué hacen los rivales de uno y otro.

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