Europa League | Galatasaray - Atlético

El Ali Sami Yen espera encendido al Atlético

Ya no hay entradas y los incidentes de la ida crispan el partido

D. Hidalgo; J. García
Jesús Rubio

El Atlético intentará pasar mañana a octavos de final de la Europa League con un ambiente encendido en su contra. El Galatasaray emitió ayer un comunicado a través de su página web confirmando que las 24.000 entradas del Ali Sami Yen ya están agotadas y que su estadio estará a reventar para recibir al Atlético.

En Turquía atribuyen el éxito de venta a tres factores: la ilusión surgida por los últimos resultados positivos del equipo, el ánimo de venganza por los ligeros incidentes entre las aficiones en la ida y, sobre todo, una imagen que ha sentado muy mal en Estambul: la de una pancarta en el Fondo Sur que decía "Turkey is not Europe" (Turquía no es Europa). Mañana, los ultras turcos responderán con otras cuya leyenda será "El Atlético no es el Real Madrid".

Seguridad. El Ali Sami Yen estará blindado por 3.000 policías. Pese a ser el despliegue habitual para este tipo de encuentros (derbis y choques europeos), las medidas son llamativas, ya que habrá un policía por cada ocho hinchas. Para contrastar, en el partido de ida en el Calderón hubo 35.000 aficionados y solamente 700 policías (uno por cada 50) y la seguridad fue eficaz.

La embajada turca: "La situación en el país es totalmente normal"

Tras surgir la noticia de que las autoridades turcas habían arrestado a 50 militares por la planificación de un golpe de estado, AS contactó ayer con la embajada turca en Madrid para informarse sobre el impacto que podría tener este suceso para la expedición atlética. La embajada otomana garantizó que el Atlético y los aficionados que viajarán hoy con la expedición rojiblanca no tendrán ningún tipo de problemas en su visita a Estambul: "La situación política en Turquía es completamente estable y normal. Las detenciones que han sucedido en los últimos días han sido fruto de una larga operación de vigilancia por las fuerzas de policía. Es algo que podría haber sucedido en cualquier país y, por lo tanto, no hay nada que temer". La noticia ha causado un estado de shock entre la población turca, pero no ha cambiado en nada la vida cotidiana del país y no habrá más policías que en el despliegue habitual para este tipo de encuentros.

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