Europa League | Brujas-Valencia

El Tercio de Emery, a la conquista de Brujas

El Valencia busca dejar encarrilado el pase a los octavos de final

Miguel Á. Vara
alberto iranzo (enviado especial)

Brujas no es una ciudad cualquiera. No para un español. Brujas es sinónimo de Tercios de Flandes, de batallas cruentas, de máxima dificultad. Por sus adoquines corrieron ríos de sangre española y en sus canales flotaban cuerpos de soldados que peleaban por un Imperio, decadente ya, pero por el que dieron su vida. Brujas no es un destino más, un lugar para llegar, jugar e irse. En Brujas nuestros antepasados se dejaron algo y nunca es mal momento para recuperarlo. La pelea hoy no será en trincheras cavadas a mano, pero sí estará el terreno de juego igual de embarrado que hace cuatro siglos, porque en Brujas nunca sale el sol y porque desde siempre, para los españoles ha sido igual de enemigo el rival belga que los elementos. Frío, lluvia, niebla pelea física en el Jan Breydel Stadion, como si fuera una desventura más del capitán Alatriste.

Brujas exige sacrificio, entrega y arrestos porque, aunque el enemigo sea inferior, las condiciones del terreno igualan parte de las fuerzas. Por eso Emery no quiere que sus Tercios se atasquen y saldrá con todo o con casi todo, pues alguien descansará y en Valencia quedaron ya los soldados más magullados. Por eso completó el batallón con sangre fresca, jóvenes infantes dispuestos a respaldar a los veteranos. Al frente, la poderosa delantera que atemoriza al cuadro local y que no cabe reservar para liquidar una eliminatoria que no debe llegar muy viva a Mestalla.

El Tercio de Unai sigue invicto en Europa, pues el técnico no ha perdido nunca un duelo continental. Eso refuerza la condición de favorito de un equipo que tendrá que arremangarse pero que tiene argumentos para vencer, sea a base de Villa o de Zigic, de Baraja o Fernandes o de Pablo o Joaquín. En el Brujas, poca calidad y muchos kilómetros. Poco juego elaborado y mucho pelotazo hacia su delantera africana (Akpala y Kouemaha).

Cualquiera que dé un paso atrás se arrepentirá porque no hay lugar para la concesión ni el traspié pues en la Copa se agotó ya el margen. Las excusas no valen, ni valieron nunca. Cuando los Tercios llevaban meses sin cobrar su soldada y el ánimo decaía antes de entrar en combate, a los capitanes les bastaba con recordarles: "Creía que hablaba con soldados españoles", para que nadie se agarrara a excusas. Emery ya sabe cómo debe terminar hoy su charla: "Creía que hablaba con jugadores del Valencia". Brujas obliga. La Europa League, también.

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