Luis García decide un choque muy accidentado

Un gol de Luis García, que ya le tocaba, decidió el accidentado partido entre pericos y leones... que sólo lo fueron tras el descanso. Accidentado porque nada más empezar el partido Gurpegi y Ustaritz chocaron sus cabezas violentamente con peor parte para el segundo, que sufrió una brecha seria. Poco después, en una disputa con Víctor Ruiz, Yeste se lesionó en el tobillo y acabó abandonando. Dos balonazos no pusieron KO a Koikili porque es un bravo y Verdú no se fastidió un brazo en una caída tonta de milagro. El Athletic estuvo más por los suelos que de pie en muchas fases del partido. Y así, entre tanta incidencia, a todos les costó entrar en juego. Lo hizo antes el Espanyol, que pudo marcar en dos remates... de Amorebieta e Iraola, pues tratando de rechazar los disparos del rival desviaron la pelota hacia su portería obligando a Iraizoz a realizar dos paradones.

El Athletic no existió en la primera parte. Con el 0-0 se dejó llevar, Llorente fue un islote y apenas recibió lo que fue una tranquilidad para Pareja y Víctor, sus marcadores. Entre todos fue emergiendo la figura de Javi Márquez, que crece y crece cada partido. De sus botas nació el gol. Combinó con Verdú, centró raso y con picante, Iraizoz sólo pudo rechazar en corto y Luis estuvo más rápido y listo que Koikili para poner en ventaja a su equipo en un partido clave para sus ilusiones de tranquilidad.

Taquicardia. Más tarde, Iraizoz sacó un cabezazo de Coro que se colaba, acción que dio paso a los minutos más ofensivos del Athletic, que veía que se le iba el partido y se estiró. Algo más con Muniain en el campo, pero abusó del juego aéreo lo que le vino de perlas a Cristian que volvió a cumplir sobradamente. Parece que en el Bernabéu, próxima salida españolista, jugará Kameni: el meta argentino no merece la suplencia.

El final fue el clásico taquicárdico de los partidos del Espanyol en casa, con córners del rival en tiempo de descuento, y Iraizoz al ataque, y la gente rezando por lo bajini. Pero el marcador no se movió. Los tres puntos fueron para quien más lo mereció, un Espanyol que respira. El Athletic no fue el de Riazor...