"La afición nos estimula, pero no hay que relajarse"

Hoy no es un día cualquiera en San Sebastián. El 20 de enero se celebra el Día Grande de la capital guipuzcoana con las famosas y ruidosas tamborradas. Tras más de una década de sinsabores deportivos y problemas económicos, la gente está eufórica con su Real colocada como líder de Segunda. Ayer se pudo comprobar en la tradicional presentación de la tamborrada infantil en el Polideportivo Gasca. Al acto asistieron cuatro futbolistas txuri-urdin, Nsue, Agirretxe, Zurutuza y Bravo, a los que los 5.700 niños asediaron para pedir autógrafos y vibraron tirando penaltis al portero chileno.

Los jugadores disfrutaron con los más jóvenes, pero también quisieron frenar la euforia: "Todo esto está muy bien, me he divertido mucho y son cosas que notamos, agradecemos porque nos estimulan, pero no hay que confiarse ni relajarse. Es importante seguir igual de concentrados para continuar compenetrados en defensa, sobre todo en Anoeta. Eso será beneficioso para el equipo", explicaba Bravo.

Mientras Zurutuza expresaba su felicidad por entrenarse ya con el grupo y estar en disposición de jugar contra el Elche, Lasarte está ahora pendiente de la recuperación de Labaka, que ayer no pudo ejercitarse por problemas físicos. "No será fácil llegar, pero no me descarto. No nos aporta nada pensar en los seis puntos de golpe. Nos tenemos que centrar en el Elche, que bastante trabajo nos dará", dijo Labaka. Por la tarde tampoco pudo entrenarse Nsue, aunque no parece que vaya a haber problemas para que juegue este domingo.

Homenaje. El Consejo de la Real tomó ayer la decisión de homenajear a José Luis Orbegozo, el presidente de época dorada del club donostiarra que falleció el pasado sábado. Como fue el impulsor de la construcción de los campos de entrenamiento de Zubieta, el Z1, el terreno de juego principal donde se ejercitan lo de Lasarte, pasará a llamarse a partir de ahora José Luis Orbegozo. Además, se colocará un busto del ex presidente en la entrada del campo.