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Liga Adelante | Castellón

Del sueño del ascenso a la lucha por la salvación

La nefasta planificación, clave para el derrumbe albinegro

Javi Sidro
Actualizado a
<b>LAS CRÍTICAS. </b>Osuna es el principal responsable de la situación que está atravesando el club.

Algo ha ocurrido y grave cuando un equipo ha pasado en un año de soñar con el ascenso a rezar para que los refuerzos de invierno ayuden a evitar el descenso. Hace exactamente un año, el Castellón, entrenado por Abel Resino, era quinto en la tabla a tan sólo un punto del ascenso. Las seis victorias, siete empates y tan sólo tres derrotas, eran la base para la esperanza de una afición que ansiaba regresar a Primera. Sin embargo, un año después, el equipo es último a siete puntos de la permanencia.

La clave del enigma reside en el mercado de verano. Tras la marcha de Abel al Atlético, el Castellón contó con Paco Herrera. Conocedor del club, no fue considerado el técnico idóneo y se apostó por dar un giro radical siendo David Amaral el escogido. Para más inri, el máximo accionista, José Manuel García Osuna, en el quinto año de proyecto dejó escapar a su columna vertebral: Dealbert, Oliva, Garai, Mario, Mora y Arana, todos ellos, representados por el propio Osuna.

De un equipo hecho y compactado se pasó a un puzzle por hacer de jugadores libres o cedidos, caso de Páez, Enguix, Omar, Guzmán, Lledó, César, Jonatan Valle, Xisco o Palanca. Cuatro meses después el Castellón está tocando fondo y la afición no asimila la desesperante marcha del equipo. ¿Era necesario tanto cambio? Por el momento, los resultados le están dando la razón.

"Este año nos está pasando todo lo peor"

El capitán del equipo Carlos Sánchez no sólo achaca el bajón del equipo a la planificación deportiva, sino también a la mala suerte. "Este año nos está pasando todo lo peor", afirmó el guardameta quien entre otros hechos destacó "la destitución de David Amaral, la lesión de gravedad de Tabares, las derrotas en partidos que hemos podido ganar y no puntuamos, o los malos arbitrajes". Al margen de todo ello, el madrileño también tuvo tiempo para la autocrítica: "Es cierto que en muchos partidos no estamos dando lo que se espera de nosotros y al final se está juntando todo, y eso hace que estemos ahí abajo". Por eso, Sánchez gritó ayer al cielo "que se acabe el año, pero que lo haga con victoria y que podamos afrontar las navidades con un poco más de tranquilidad si cabe".