LIGA ADELANTE | GIMNÀSTIC 1 - RAYO 1

El Rayo falló un penalti en el tiempo añadido

El Rayo Vallecano arrancó un punto en su visita al Nou Estadi de Tarragona (1-1) en un partido en el que fue superior a su rival durante gran parte del mismo, e incluso se permitió el lujo de fallar un penalti en el descuento que le habría dado los tres puntos.

Gran ocasión desperdiciada. El Rayo no convirtió un penalti en el último minuto.Xavi Jurio

Los locales sólo reaccionaron tras el gol del empate de los madrileños, y se siguen mostrando como uno de los peores equipos en su propio estadio. El Rayo fue el que empezó apretando en los primeros minutos de juego, con dos claras ocasiones para Rubén Castro y Susaeta que entre la defensa y Rubén Pérez despejaron como pudieron. Aunque el Nàstic le ponía ganas, el Rayo fue el dominador del juego, sin pasar apenas apuros en defensa.

Los locales no reaccionaron hasta los siete minutos con un cabezazo de Morán que Cobeño detuvo sin problemas y posteriormente con otro remate de Roberto que se fue alto. El Rayo dominaba mientras que el Nàstic esperaba replegado atrás para salir en velocidad, un sistema que hasta la fecha le estaba funcionando fuera de su estadio. Aún así, el guión preestablecido conllevó a una ausencia de ocasiones de gol desesperante. El aburrimiento se fue apoderando poco a poco de los aficionados, que lamentaban los constantes errores de su equipo.

Rubén Castro podría haber abierto el marcador para el Rayo pasada la media hora, pero el colegiado consideró que fuera de juego y el tanto no subió al marcador. Así, del posible 0-1 se pasó al 1-0. Miguel Ángel empalmó un rechace en la frontal tras un lanzamiento de esquina al que Cobeño no pudo llegar (1-0). El gol espoleó a los locales, que se decidieron a presionar la salida del balón del rival, algo que no habían hecho en todo el encuentro. El Rayo se vio superado durante los minutos finales aunque el marcador ya no se movió hasta el descanso.

La segunda mitad se inició siendo un calco de la primera. El Rayo mandaba y el Nàstic esperaba atrás, sin atreverse a ir por el partido y esperando su oportunidad al contragolpe. El equipo de Pepe Mel no creaba oportunidades claras ante la portería de Rubén, pero sí que llevaba sensación de peligro constantemente, dejando entrever que el gol del empate era cuestión de tiempo. Y así fue. Sacó de puerta Cobeño y entre Tito y Susaeta se plantaron el en centro del campo para ceder a Míchel, que no tuvo problemas para batir a Rubén Pérez a los 67 minutos (1-1).

El gol hizo despertar nuevamente a los locales, que empezaron a llevar la iniciativa, cambiando las tornas. Así, en un contragolpe del Rayo, Piti estuvo a punto de marcar el segundo, elevando el balón sobre Rubén tras jugada personal. El esférico salió alto. Walter tuvo el gol de la victoria en sus botas tras una buena jugada personal en la que se fue por velocidad de tres adversarios, pero su disparo fue rechazado por la defensa. Superados los 90 minutos, el colegiado señaló penalti por manos de Bauzá. Rubén Pérez se erigió como el héroe del partido al detener el disparo de Pacheco.

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