La directiva se marchará a final de esta temporada

La paciencia de los dueños del Castellón, con García Osuna, Blasco y Laparra a la cabeza, se ha agotado. El ciclo de Castellnou 2005 S.L. al frente del club albinegro ha llegado a su fin. La continua crispación de la grada contra los directivos ha hecho mella en ellos y han decidido abandonar a final de temporada, una decisión que se tomó en gran medida tras la derrota frente al Albacete en Castalia. Sin embargo, no hay que olvidar que el Castellón es una empresa privada y para que la directiva abandone su cargo debe de aparecer un comprador del paquete accionarial.

A la espera de esto, la dirección se ha planteado dos objetivos de aquí a final de temporada: la venta del club a un precio razonable y mantener al equipo en Segunda A totalmente saneado. Ambos van ligados, puesto que el precio del club varía ostensiblemente en caso de que la entidad milite en Segunda o Segunda B. El precio en la categoría de plata, como ya dijo hace tres semanas Laparra a AS, estaría alrededor de los siete millones pero no es descartable una rebaja. Sin embargo, en Segunda B rondaría los tres millones, una cifra ostensiblemente menor. Queda claro que no hay visión de futuro ni objetivo a largo plazo. Tan sólo un interés mutuo entre la directiva y la afición: mantener al equipo en Segunda División.

No han recibido ninguna oferta de compra

Una vez la directiva ha decidido vender el club, la pelota queda en el tejado de los empresarios que deben apostar por el Castellón como negocio. Por el momento, nadie ha mostrado un fuerte interés por comprar el equipo albinegro y mucho menos ha hecho una oferta en firme. Tal vez la incertidumbre por lo deportivo puede estar marcando la pauta a la hora de ofrecer una cantidad. No es lo mismo comprar en Segunda A o B. No hay que olvidar que ésta es sin duda alguna la oportunidad de los empresarios castellonenses para recuperar el control del club de su ciudad, ahora mismo en manos de gente de fuera de la provincia.