José Antonio Culebras
"Oltra sabe que no le voy a fallar si decide ponerme"
Todavía no ha aparecido en escena en este Tenerife de Primera. Pero está ahí, esperando paciente su turno, sin estridencias, recién salido de una lesión que le puso el freno de mano. Su crédito tiene plena vigencia y, ante el aluvión de bajas, puede masticar sus primeros minutos antes de lo previsto. Cabeza serena, musculatura a punto y alma en orden. Así aguarda la reválida.
Superada su lesión, tendrá unas ganas tremendas de estrenarse. ¿Cómo gestiona tanta hambre de partidos?
Estoy tranquilo y, a la vez, muy ilusionado. Nunca en mi vida he estado tanto tiempo lesionado como ahora. Desde que me lastimé el dedo gordo del pie derecho en el amistoso jugado en agosto ante el Elche, he tenido que estar convaleciente, esperando a ponerme mejor y entrenando al margen del grupo. Desde la semana pasada he podido integrarme y estoy a tope, a las órdenes de lo que decida el entrenador.
¿Y si es mañana?
Pues a jugar. Insisto, ya estoy al nivel para competir aunque no haya tenido antes la oportunidad por mi lesión.
¿Le benefician las lesiones de Bertrán y Manolo?
Nunca gusta que un compañero esté en la enfermería. Imagine dos, como en este caso. Pero son cosas que pasan en el fútbol y hay que afrontarlas. Desde luego que se abre una posibilidad más. Para mí lo más importante, no obstante, es estar a tope. Si es así, confío plenamente en mis posibilidades. Haya o no lesionados. En mis años como profesional he aprendido que la exigencia diaria con uno mismo es lo más importante.
Aunque la temporada pasada, con el mismo ímpetu, no entró en la rueda...
Acabé jugando y me sentí igual de partícipe que el resto del ascenso. Cierto que no tuve todos los partidos que hubiese deseado, pero cuando salté al campo ofrecí mi máximo. Y ahora, igual. Juegue lo que juegue, disfrutaré todo lo que pueda de esta categoría y defenderé esta camiseta como se merece.
¿Convencer a José Luis Oltra es su reto?
El entrenador sabe que no le voy a fallar si decide ponerme. Voy a agarrarme a cada oportunidad que me proporcione porque me siento muy comprometido con este club, que me ha dado unos años maravillosos. Y quiero seguir haciéndolo. Siempre lo doy todo y en eso, desde luego, nunca voy a cambiar cuando salte al césped.
Habla de su vínculo especial con el Tenerife. ¿En qué medida le empuja que la afición sienta devoción por Culebras?
Ayuda muchísimo. Llevo once años de profesional y cada día tengo más ilusión si cabe. Y sentir como yo siento el cariño de tanta gente es algo que no se puede explicar.
Para muchos de sus compañeros es un ejemplo.
Trato de tener un comportamiento maduro y responsable siempre. No quiero que los más jóvenes vean que me acomodo, que no ayudo a generar buen ambiente, que me relajo o conformo con poco. Para mí nunca hay coartadas. Juegue o no, pertenezco a una entidad que hay que defender a diario siendo profesional y buen compañero.
Vamos, que se equivocan los que le han dado por muerto...
Los que piensan eso, sencillamente, es que no me conocen.
Usted ya jugó en Primera. ¿Hasta que punto será especial su estreno con el Tenerife?
Lo será porque vine aquí hace unos años para esto y se ha conseguido. Este club merecía estar donde está ahora. Me acordaré de mi mujer, que siempre ha estado ahí. Y, aunque suene un poco egoísta decirlo, también de mí, porque nunca he desfallecido.
Le ha tocado ver al equipo desde fuera, ¿qué sensaciones le proyecta?
Hay un proyecto bonito, con gente implicada. Hemos dado la cara en casi todos los partidos y pienso que podemos hacer un buen año. Sufriendo, como es normal al ser un recién ascendido. Pero valdrá la pena seguro. Vamos a tener muchas alegrías.
¿Con Culebras en el césped?
Para eso trabajaré al máximo. Para ayudar y sumar al grupo.