El mal inicio del Girona le sitúa en zona de descenso

La derrota frente al Real Unión de Irún ha provocado una fuerte desilusión en el vestuario. Tal y como se habían dado los últimos partidos, todos tenían señalado en rojo este encuentro en el calendario como el momento ideal para sumar la primera victoria. Y sobre todo, para poner la primera piedra del fortín que debe ser Montilivi. Sin embargo, la historia salió al revés y el equipo ha cerrado el primer mes de competición con un pobre bagaje como local, sólo ha sumado un punto de los nueve en disputa, ha encajado cuatro goles y únicamente ha logrado uno.

Para rematarlo, se sitúa en zona de descenso por primera vez desde que logró el ascenso. El delantero Roberto Peragón asume que el equipo debe dar un plus en casa: "Por ser el partido en Montilivi tendríamos que haber puesto más intensidad, pero frente al Real Unión lo más sangrante es que sin hacer nada ganó por 0-2".

Lejos de su estadio es cierto que el Girona continua sin conocer la derrota pese a haber visitado al Nàstic y a la Real Sociedad, dos rivales armados para las altas cotas de la categoría. Pero la plantilla es consciente que incrementar su cantidad de puntos pasa por mejorar el rendimiento en Montilivi y por eso la derrota frente al Real Unión fue un duro golpe: "Teníamos el ansia por conseguir la primera victoria y además podíamos hacerlo delante de nuestra afición", confiesa el lateral derecha Ernesto Galán.

Hasta ahora en Montilivi han pescado los tres puntos dos recién ascendidos, -el Cartagena, que sigue líder, y el Real Unión, que sale por vez primera del descenso- mientras el Rayo Vallecano, tercero, logró un empate. Gabri Gómez lamenta que se haya desaprovechado una nueva oportunidad para ofrecer un buen resultado a la afición: "Era el día perfecto para conseguir una victoria y poder brindar una alegría a nuestra afición".

El nuevo césped, una realidad

El maltrecho césped de Montilivi es historia. Ayer empezaron las tareas para que en una semana y media luzca una cara renovada. Los operarios levantaron la hierba y, si es necesario, renovarán parte del drenaje del campo antes de plantar un nuevo césped que debería estar perfecto para el partido de Copa del Rey frente al Celta de Vigo, el próximo 7 de octubre. La plantilla del Girona mostró su satisfacción por disponer de un terreno de juego en condiciones, recordando que hasta el momento el césped era un hándicap para la filosofía de juego.