Dos históricos en apuros

El presente les une. A Real Sociedad y Murcia, claro. Equipos con años de militancia en los mejores (en el caso realista con titulos ligueros, coperos y casi dos décadas de éxitos) pero con un presente complicado, entre la marejada y la marejadilla. Entre el catactack económico -los dos con paso por el proceso concursal- y el desastre deportivo... Y ahora, también unidos por las urgencias. Los dos todavía están por estrenar el casillero de victorias tras la primera jornada; los dos, da la sensación, andan todavía en la fase de acople lógica de los equipos cambiados. En el caso 'txuri urdin' el principal cambio reside en el banquillo. Después de años con Lillo, de años en los que el buen trato al balón se convirtió en una obsesión, se ha pasado al fútbol directo del uruguayo Martín Lasarte al que los viejos aficionados del Murcia recordarán de aquel fatídico partido en Riazor (el del incendio provocado, el de las hormigoneras rondando el hotel grana, el de aquel ascenso frustrado). Y esto, el hecho de que a diferencia de lo que aconteciera con el ya rodado Nàstic, es una buenísima noticia para el Murcia.

En Anoeta jugarán pues, dos onces por descubrir y por descubrirse. Dos equipos con argumentos, con nombres llamativos y sonoros en la categoría y necesitados de coger el hábito de ganar. Un primer vistazo al rival de esta tarde deja bien a las claras que del equipo que vapuleó al Murcia el curso pasado en Donosti no queda ni la mitad de la dinamita que sí tenía aquella Real de Diaz de Cerio y Marquitos. Le quedan a la Real un extraordinario portero en el chileno Bravo (de Primera) un carrilero de talento y fuerza como Prieto, una defensa con chicarrones del norte, un eje mixto con el joven Bergara y el experto Rivas pero sin una referencia clara arriba. En esto se parecen a un Murcia al que la Copa da ilusiones y en el que Campos introducirá cambios (Capdevila y Mario Rosas volverán al once y Albiol jugará de volante).

Lo dicho, nueva oportunidad para estrenarse en Liga, para enmendar el mal estreno, para ganar días de paz y tranquilidad, tanto en el Murcia como en la Real Sociedad.