Peace Cup | Sevilla 1 - Juventus 2
La Juve apunta al Madrid
La Juve ya tiene un pie en semifinales. El equipo bianconero sorprendió ayer al Sevilla y en el Madrid ya se piensa en revancha ante una posible semifinal contra los italianos. Los de Pellegrini se estrenan mañana ante Al-Ittihad. El campeón de Arabia Saudí perdió ayer.
Es imposible que Ciro Ferrara encuentre un equipo mejor para ejercer su profesión que la Juventus. No es un tópico, son los genes. Un equipo con jugadores que alargan tanto su carrera como hizo él. Solidaridad, organización, defensa. Así es su Juve, la Juve de los últimos años, un equipo gastado, pero que aguanta. Ayer metió en un buen lío al Sevilla si es que el Sevilla pretendía llegar lejos en esta Copa de la Paz. Durmió el partido al principio con tres faltas y un ritmo cansino del que nadie pudo escapar, encontró el gol en un desajuste defensivo de la defensa del Sevilla que aprovechó Amauri (delantero que quisieran muchos entrenadores) y supo sufrir. Aunque sea pretemporada, aunque pueda inventar. Se entrena como se juega, no piensan cambiar.
El Sevilla intentó ser él pero le costó porque las piernas pesan en verano. Más después de dos semanas de carga en Costa Ballena. Quiso empujar Zokora, debutante, que fue de más a menos y se animó a disparar por más que en su currículo esté lleno de buenas cosas menos de goles (cero). Navas y Koné, el nuevo Koné dicen en el Sevilla, se buscaron. Pero nada.
O Fabuloso.
La solución fue Luis Fabiano, que directamente aterrizado de Brasil, y con el físico impecable como recuerdo de la Copa Confederaciones, intentó arreglar el partido. El sevillismo le recibió con ovación cerrada por sus declaraciones el jueves: "Entiendo que el club no me venda al Milán". Pero no es lo mismo Luis Fabiano-Kanouté que Luis Fabiano-Koné. Y O Fabuloso tocó el balón en la primera jugada y no apareció más. La Juventus se atrincheró feliz lejos de su área y esto es lo que hizo en sus dos siguientes acercamientos: un palo de Marchisio y un gol de Iaquinta, otro Amauri por incordio para las defensas.
Fue un palo para el Sevilla, que anotó el 1-2 (Squillaci) y luchó por el empate. Y lo mereció (lo tuvieron Romaric y Luis Fabiano). Pero se decepcionó el Olímpico, que esperaba una semifinal contra el Madrid. Pero eso ya no pasará, porque el otro rival del grupo es el Seongnam, que viene a complacer a los patrocinadores, pero no a competir. En la carrera de la Juve aparece el Madrid, al que apaleó el año pasado en Turín y el Bernabéu. Si el Real tiene ganas de competir en esta Peace Cup, ya tiene una razón para motivarse. Motivación es lo que ya no tendrá el Sevilla en la Peace Cup. Para un equipo que todavía está en obras, la Vecchia Signora es el peor enemigo posible. Juegan a lo mismo que con Ranieri. Tienen el mismo plan que cuando jugaba Ferrara y entrenaba Trapattoni. Exactamente como desde que desembarcó la familia Agnelli, o sea siempre. El Sevilla, que no se había enfrentado nunca a los bianconeros, ya sabe cómo son.