Copa Santander Libertadores | Cruzeiro 1 - Estudiantes LP

La Brujita pasó a ser rey

Estudiantes remonta y se proclama campeón gracias a la clase magistral impartida por Verón.

J. V. Catalán

Habrá que explicar lo de Estudiantes y la mística de la Copa. Cuando Verón y Calderón, abrazados, daban la vuelta olímpica al Mineirao, un periodista les acercó un micrófono y estos dijeron, casi a la par, convencidos: "Se ganó gracias a la mística de Estudiantes en la Copa". ¿Qué es la mística, pues? Es algo tan aparentemente sencillo como saber qué hay que hacer para ganar la final de la Santander Libertadores.

"Ganamos porque Verón sabe cómo se sale campeón. Su papá se lo dijo", explicaba un agente bancario argentino al término del partido. Y desde luego que el partido discurrió por el trazado que dibujó La Brujita. Cruzeiro salió arrollador y el Pincha no podía contener tanta fuerza. Hasta que en la primera pelota que tocó, Verón forzó una falta y con sus quejas paró el partido cinco minutos: cuando se reanudó el juego, Cruzeiro ya no supo retomar el hilo. Primer golpe de timón.

El segundo volantazo llegó después de que Henrique, con ayuda involuntaria de Desábato, adelantara al Cruzeiro al poco de comenzar la segunda parte: Verón llevó el balón hasta el punto central debajo del brazo como diciendo "ahora mando yo". Y lo hizo. En cuanto le dejaron un metro, La Brujita mandó un pase genial a la esquina diestra del ataque. Cellay la puso al segundo palo y La Gata Fernández nada más tuvo que poner el pie para empatar. Las ganas de Cruzeiro se convirtieron en impaciencia y ésta, en imprecisión. Estudiantes sólo tuvo que esperar su oportunidad, que llegó en forma de córner cabeceado a la red por Boselli, máximo goleador del torneo.

Batista

!Lo siento mucho. Es un duro golpe perder esta final y además, en nuestra casa y ante nuestra gente, pero sé que nos vamos a rehacer y volveremos para intentar ganar otra vez el torneo. Nos merecimos marcar el primer gol, pero luego no tuvimos tranquilidad. Recibir el empate tan rápido nos sentó mal, y creo que ahí perdimos el encuentro".

Sabella

"Verón es el mejor jugador en la historia de Estudiantes. Hay que hacerle un monumento a estos jugadores en la sede del club. Pasamos un chubasquito cuando nos hicieron el 1-0, pero el empate fue muy malo psicológicamente para Cruzeiro. Fuimos mejores y demostramos que vinimos para ganar el trofeo, que no nos regalaron. Estoy muy feliz".

Estudiantes copó los premios

Pese a que Estudiantes vendió sólo 3.000 entradas a sus aficionados, en la grada del Mineirao llegó a haber más de 5.000 argentinos. La reventa funcionó a la perfección.

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