Crisis con mayúsculas

Finalista de Copa, debut europeo a un mes vista y éxitos competitivos en Lezama. Ni siquiera los resultados, que suelen tapar las debilidades de los proyectos, han servido a la directiva de García Macua para ganar en credibilidad. El último episodio, la dimisión del vicepresidente primero de la entidad, Joseba Inchaurraga, y, más aún, la renuncia de José María Amorrortu a ser director deportivo han convertido al Athletic en un polvorín. Se ha escapado la piedra angular con la que levantar por fin un proyecto en condiciones. Hay una crisis mayúscula y, en principio, aunque existe malestar en miembros de la junta, no se esperan dimisiones.

Inchaurraga actuó en la noche de autos con coherencia. Otros lo llaman cobardía. Una vez que su plan para Lezama había sido menospreciado y que el club buscaba decididamente un director deportivo, estaba de más. Como así sucede con sus brazos ejecutores en la cantera, Solar y Masach. El vicepresidente llegó a un pacto con sus compañeros para no hacer valoraciones públicas. Lamenta que no se hayan estimado los que entiende como avances en la formación de jugadores, así como la labor de los profesionales que la llevan a cabo desde lo más alto.

Pasemos a Amorrortu, que hizo un esfuerzo por creer que su añorado regreso era posible. Se lo dieron todo, aunque desde el club se diga que pretendía competencias que superaban al presidente, que recordaban a las de Zubizarreta. Claro, un director deportivo. También se habla de desmesuradas exigencias económicas. Pero no. Al deustoarra le ha echado para atrás el olfato de que, con esta junta, el Athletic está en terreno peligroso. Contrastó impresiones aquí y allá, trató de ganar adhesiones en emblemáticos ex leones para que le acompañasen y no encontró a uno solo que se atreviese. No por ganas de no ayudar, sino por falta de confianza en quienes pinchan y cortan.

El plan con Amorrortu no se desvaneció ayer, como se hizo ver tras la última cita a primera hora de la mañana. El Athletic ya lo asumía en plena sesión directiva. Ahora, García Macua tirará de listín telefónico para encontrar a un hombre de consenso para un puesto que creó sin tener en la mano una alternativa. Error de novato.