NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Valencia | La intrahistoria

Poco dinero, mucha arrogancia y golpe de autoridad

La presión jugó contra el Madrid

Pedro Morata
Poco dinero, mucha arrogancia y golpe de autoridad

Para entender bien por qué el Valencia pegó ayer un portazo es necesario vivir en Valencia, donde hay mucho madridista y donde el seguidor che (mayoritario) tiene animadversión hacia el Real Madrid. Y, aún así, sólo el valencianista entiende por qué ese puñetazo en la mesa y gritar: basta ya. El merengue que vive en Valencia piensa que es envidia, celos o complejo de inferioridad hacia el Madrid. Es como si fuera un quiero ser como ellos y nunca puedo. El valencianista sabe que su club está arruinado y tiene asumido que va a tener que cortarse un brazo (vender alguna estrella) antes que la cangrena se extienda a todo el cuerpo. Pero lo que no puede soportar es verse avasallado por nadie y menos por el Madrid.

Hay tres circunstancias claves para que desde el sábado que Florentino lo tuvo a cinco millones (¡cuánto se va a arrepentir!) se haya llegado al no de ayer. La primera, la oferta económica pobre (25 y Negredo), entendida aquí como un buitreo sobre la debilidad económica del club. Aquello de esto es lo que hay: si lo quieres lo tomas y si no, lo dejas. Esa arrogancia hirió porque Villa no es Negredo (con todo respeto) y es mejor que Ribéry. Segundo, un coro mediático pareciera que orquestado, de opiniones y editoriales. Y tercero, la sensación de que por defender lo suyo, el malo era el Valencia: el que le hacía daño a Villa, el que lo tenía secuestrado, el que daba una puñalada trapera al Madrid...

Todo ello generó un sentimiento de autodefensa, de elevación del orgullo y la dignidad que terminó por aclarar las dudas de Manuel Llorente y Javier Gómez. No, no y no... salvo que llegue una oferta "escandalosamente escandalosa". Desde ayer Villa vale más, el Valencia es más fuerte y Llorente, todavía más popular.