Vicente Soriano se va sin obrar el milagro

Vicente Soriano tira la toalla. A menos de 24 horas para que se cumpliera el plazo que le había dado el Consejo para cerrar la venta de las parcelas de Mestalla, el hasta ahora presidente del Valencia decidió ayer presentar su dimisión. Lo hizo con una comparecencia pública en Mestalla, en la que no admitió preguntas y en la que se limitó a leer un comunicado en el que explicó las razones que le han empujado a tomar esta determinación. "Quiero anunciar mi dimisión irrevocable", arrancó Soriano, que continuó diciendo que "desde el día que accedí a la presidencia he luchado por conseguir un plan de negocio que diera viabilidad al Valencia. Pese a tener gestiones muy avanzadas, prácticamente cerradas, no lo he conseguido de forma plena. Y por coherencia y convicción personal, me voy. No estoy ni he estado para calentar la silla ni para perpetuarme en la presidencia y no he dimitido antes porque pensaba que podía concluir con éxito las gestiones para la salvación económica".

Precisamente, respecto a este tema, insistió añadiendo que "tras meses de negociaciones en secreto, pedí poderes al Consejo porque era un paso previo para encarar el final de la operación. Pero no es posible cerrar un negocio de esta magnitud en los plazos que marcó el Consejo". En ese punto, Soriano señaló alguna de las claves para que, según él, no se haya cerrado la venta de las parcelas: "Vender unos terrenos de más de 70.000 millones de pesetas en la mayor crisis inmobiliaria de la historia, si de por sí la operación ya era complicada, lograr su materialización sin apenas apoyos y constantemente presionado, era virtualmente imposible. Me he sentido muy sólo y he tenido que sortear piedras en el camino. No buscaré excusas porque no hace falta que diga cómo estaba el Valencia hace un año. Era una situación terminal que yo asumí. Me ha costado mucho dinero, salud y malos ratos".

Por último, tras arrancar a llorar cuando se refirió al apoyo que ha tenido de su familia, Soriano terminó haciendo balance de lo que ha sido su etapa al frente del Valencia. "Me voy desilusionado, pero no lo considero un fracaso. Para mí fracasa quien no lo intenta", concluyó el ya ex presidente.

"No seré yo quien desmantele el equipo"

En su comunicado, Vicente Soriano también se refirió a la parcela deportiva. Y ahí sacó pecho por haber mantenido en la plantilla a Villa y Silva, dos futbolistas que ahora mismo y al igual que el resto de la plantilla, se encuentran en el mercado. "Logré que los jugadores más importantes del club se quedaran y un año después tengo claro que si quieren venderlos mis sucesores, valdrán más que hace 12 meses. Sin ellos, habríamos tenido un grave problema deportivo y no estaríamos clasificados para Europa. No seré yo quien desmantele al equipo. Vender a nuestras estrellas puede tapar agujeros, pero no enderazará la situación", apuntó el ya ex presidente, que añadió que "no me voy con rencor ni quiero dejar enemigos, me marcho triste. Ojalá los que vengan coloquen al Valencia donde se merece".