"Dejar la puerta abierta es un lujo"

¿Se marcha muy emocionado?

Me he ido haciendo el cuerpo en los últimos días. He ido analizando cosas, escuchando a gente, evaluando. No ha sido fácil para mí, soy de casa y de esta casa, el Málaga.

¿Qué ha mandado en la decisión final?

Sobre todo, últimamente, el aspecto personal. Por la experiencia que tengo ya, conozco la figura del entrenador y cómo se mueve esta cultura futbolística. Creo que podía ser el final de un ciclo fantástico y decidir cuál era el momento de terminar también era importante. Estoy en casa y mentalmente y para la familia también es un buen momento para acabar. Creo que dejo un buen recuerdo.

Esa puede ser la contradicción. Al estar en su casa, igual tenía ganas de seguir. O igual lo que le apetecía era poder salir tranquilo a hacer deporte por Fuengirola. Y ser querido...

Y como lo he probado todo como entrenador, creo que era lo más importante. Sé que yo no voy a cambiar nuestra cultura futbolística, y salir con buen recuerdo cuenta, y cuenta mucho. Creo que lo mejor era iniciar otra etapa, o al menos intentarlo, porque nadie sabe si saldrá bien. Ni siquiera sé si voy a empezar la pretemporada en otro equipo. Yo asumo los riesgos. Lo que está claro es que el asunto económico no va a primar, la preferencia es el proyecto deportivo.

¿Echó de menos más insistencia del club en retenerlo? Porque nos consta que el Málaga realizó algún acercamiento más.

El club ha puesto encima de la mesa la mejor oferta que tenía a su alcance, pero en los últimos días yo he llegado a la conclusión de que había que iniciar otro proyecto. Mentalmente es muy importante irme así. Y también abrir otra etapa, conseguir otros objetivos e intentar consolidarme como entrenador de Primera División.

Qué bueno es marcharse así, ¿no?

Pues sí, porque tenía la espinita clavada de la etapa anterior. Creo que había hecho un buen trabajo y luego me pudo el tema sentimental, me quedé y me tuve que marchar. Fernando (por Sanz) me dio otra oportunidad y yo lo agradezco porque he podido concluir un trabajo que la otra vez se quedó incompleto.

El domingo le confirmó al presidente que se iba. ¿Fue un momento difícil?

Me había ido preparando para el momento, sabemos que no es fácil, que hay momentos emotivos.

¿Y a los jugadores?

Se lo dije en la charla. Pienso que ellos son los grandes artífices de la buena temporada que ha hecho el club. Los demás hemos puesto nuestro granito de arena.

¿Ha sido feliz este año?

Mucho. Ha sido una temporada muy bonita y espero que sigamos en la misma línea. Todos hemos colaborado y remado en la misma dirección. Jugadores, cuerpo técnico, directiva, afición, medios de comunicación. Espero que eso siga siendo así y que el malaguismo siga apoyando tanto como este año al equipo.

¿Qué le apetece hacer ahora mismo? Desde hace tiempo estudia inglés y mantiene que no le importaría entrenar en el extranjero. Y hay interés en el Queens Park Rangers, en la lejana Arabia...

No lo descarto. Esta mañana mientras hacía deporte, iba cavilando sobre el asunto. Es que uno no desconecta (Tapia vio a las tres de la mañana del domingo con sus hijos el Espanyol-Málaga, pese a que ya no había nada en juego, para ver los últimos errores de la temporada, todo un detalle). He llegado a la conclusión de que lo que va a primar donde vaya es el aspecto deportivo por encima de cualquier cosa material. Me interesa un proyecto en el que yo pueda consolidarme, mejorar como entrenador si es que me va bien. Creo que la empresa del Málaga este año no era nada fácil y lo hemos conseguido, pero vemos que el fútbol se vive de forma apasionada, que no es fácil encajar. Vemos lo que ha ocurrido en Sevilla con el Betis este fin de semana y es tremendo. Hay que erradicar ese tipo de actos en el fútbol. Quiero que mi familia y yo estemos bien en el lugar donde vayamos, es lo más importante.

¿Para usted qué es lo mejor de este año?

Ser reconocido en tu casa es lo más grande que hay. Y creo que este año hemos conectado con la afición, lo han pasado bien y eso está por encima incluso de los registros clasificatorios.

Entonces, si tiene que quedarse con una imagen de esta temporada...

Es la de la afición volcada con nosotros en todos los partidos porque se sentía identificada con el juego del equipo. Hemos vivido momentos increíbles y ha sido un gran año.

Había estado tres veces anteriores en el Málaga. Una como segundo entrenador y preparador físico. Ascendieron y se tuvo que marchar. En la otra, después de salvar al equipo y hacer casi una vuelta de Champions, le destituyeron. En ésta se va arriba del todo. ¿No hay nada mejor que saber que puede haber una cuarta vez?

Para como está el fútbol hoy en día, poder decir que tengo las puertas abiertas es un lujo. El club está y se queda en buenas manos. Si el destino determina que algún día me reencuentre con el Málaga porque el club lo considere oportuno y coincida el momento, yo estaría encantado. Es mi casa y trabajar para el Málaga siempre ha sido una satisfacción.

Es obligado preguntarle por el recambio. Fernando Sanz quiere a Muñiz, al que usted sustituyó. ¿Le parecería un digno sucesor?

Digno por supuesto, pero no sólo eso. Juan Ramón Muñiz sería el entrenador ideal para el Málaga de la próxima temporada. Por sus características, es el adecuado. Primero, porque conoce de manera excepcional este grupo. Y segundo, porque en las condiciones de austeridad económica en las que se mueve el Málaga de estos días, él ya ha demostrado ser capaz de moverse bien y así lo dice su currículum con el ascenso. Si viene, le deseo toda la suerte del mundo.

El malaguismo también le agradece el trabajo que este año. Que le vaya bien.

Gracias.