"Podemos estar cerca del concurso de acreedores"

La situación económica por la que atraviesa el Valencia no se le escapa a nadie. Y, ni mucho menos, a los gestores actuales del club, que saben que la entidad che se podría jugar su futuro en los próximos días con la Junta Extraordinaria de accionistas del día 6 y el compromiso del presidente, Vicente Soriano, de llevar a buen puerto las negociaciones de la venta del suelo de Mestalla.

Ante la posibilidad de que los máximos accionistas, Soler y Soriano, pretendan echar atrás la ampliación, el consejero de la entidad che José García Roig advirtió ayer: "Si el día 8 de junio no se ha vendido el suelo de Mestalla y no hay ampliación de capital habrá que ir a una suspensión de pagos y presentar en el Juzgado el concurso voluntario de acreedores. Así que espero que tanto Soler como Soriano la apoyen. Quiero que, en la junta del día 6, se apruebe por unanimidad el punto de la ampliación".

La suspensión de pagos es la vía más temida por todo el valencianismo, pero no deja de ser una posibilidad que, a su vez, no cogería de imprevisto a la cúpula che, pues, por si fuese necesario, la documentación para solicitar el concurso voluntario fue preparada hace varias semanas en el valenciano despacho de abogados de Garrigues. En este punto conviene recordar que el Valencia se va a presentar en el mes de junio con más de 500 millones de euros de deuda, un estadio a medio construir (parado hasta que se abonen los 19 millones que se le deben a la constructora) y, de cara a la próxima temporada, sin los ingresos que genera la Champions League.

Para combatir esto, las dos vías de ingreso que se le presentan al club son la venta del suelo de Mestalla, para la que Soriano ha solicitado permiso al club para negociarla, y la ampliación de capital, que será votada en la Junta del día 6. Por si el actual presidente piensa que basta sólo con la venta, su consejero García Roig le lanzó un mensaje claro: "En marzo aprobamos un plan de viabilidad y hay que tenerlo presente. Éste ya contemplaba la venta de Mestalla y de otros activos, además de la reducción de gastos. Sin olvidarnos de la ampliación de capital, que es fundamental porque en una sociedad los accionistas son los que deben dar un paso para lograr su supervivencia".

Sobre la venta del suelo, el consejero fue rotundo: "Me ciño a las realidades y yo, como Santo Tomás, hasta que no vea las cosas firmadas no me las creo".